Tras una disputada votación, el magistrado Antonio Piña volverá a ser el decano de los jueces del partido judicial de Ourense durante los cuatro próximos años, tras haber desempeñado ya ese cargo los dos últimos mandatos.
Esta vez no lo tuvo tan fácil como en las ocasiones precedentes, en las que no tuvo oposición. Su contrincante, el titular del Juzgado Instrucción 1 de la ciudad, Leonardo Álvarez, contó con un amplio respaldo. Los nueve votos que consiguió en la primera votación contra los siete de Piña no le fueron suficientes, porque requería tres quintos, esto es, una papeleta más. Las tornas cambiaron y uno de los apoyos que Álvarez obtuvo en la primera votación cambió de bando y respaldó al hasta ahora decano, que se hizo otra vez con el cargo con ocho votos frente a los siete de su opositor. Este último no pudo contar en la segunda vuelta con el único voto por correo que hubo, el que hizo llegar en un único sobre el titular del Contencioso 1. También en esta segunda votación hubo una abstención.
Antonio Piña, según dijo, afronta esta etapa, que será la última, con proyectos concretos. En la parrilla de salida ha situado la petición de un nuevo juzgado de lo penal (ahora sólo hay dos para toda la provincia). 'En Ourense están colapsados, sobre todo en la fase de ejecución', reconoció. Pero también tiene en mente demandar refuerzos de personal para poder llevar las macrocausas penales, aquellas relacionadas con los casos de corrupción política.
Además, para los casos vinculados con las demandas relacionadas con la emisión de participaciones preferentes por parte de las antiguas cajas de ahorro gallegas indicó que alcanzó un acuerdo por el que, en el momento en que el número de demandas empiece a causar un problema y desborde los juzgados, podrían concederse 'comisiones de servicio para reforzar uno en concreto o plantear otro de nueva creación'.
En este sentido señaló que, por ahora, 'el número de demandas que está entrando es alto', pero no tanto como para tener que plantearse la implantación de estas medidas excepcionales tal como ocurrió en Vigo y A Coruña.
Antonio Piña, según dijo, afronta esta etapa, que será la última, con proyectos concretos. En la parrilla de salida ha situado la petición de un nuevo juzgado de lo penal (ahora sólo hay dos para toda la provincia). 'En Ourense están colapsados, sobre todo en la fase de ejecución', reconoció. Pero también tiene en mente demandar refuerzos de personal para poder llevar las macrocausas penales, aquellas relacionadas con los casos de corrupción política.
Además, para los casos vinculados con las demandas relacionadas con la emisión de participaciones preferentes por parte de las antiguas cajas de ahorro gallegas indicó que alcanzó un acuerdo por el que, en el momento en que el número de demandas empiece a causar un problema y desborde los juzgados, podrían concederse 'comisiones de servicio para reforzar uno en concreto o plantear otro de nueva creación'.
En este sentido señaló que, por ahora, 'el número de demandas que está entrando es alto', pero no tanto como para tener que plantearse la implantación de estas medidas excepcionales tal como ocurrió en Vigo y A Coruña.
