La Audiencia rechazó que la madre aporte al caso un informe psicológico
El juez de Instrucción 1, Leonardo Álvarez, acaba de dictar un auto por el que da por concluida la instrucción del sumario en el que figuran como procesados una joven madre, vecina de Ourense, y su expareja sentimental por un delito de asesinato/homicidio en grado de tentativa por haber presuntamente intentado acabar con la vida de su bebé de 10 meses. El pequeño fue llevado por los acusados al hospital en marzo de 2014, alegando que padecía problemas respiratorios. En el servicio de Pediatría, los médicos apreciaron múltiples fracturas en su cuerpo. Ingresó en la UCI por un episodio de "muerte súbita abortada".
El sumario acaba de ser recepcionado en la fiscalía, en donde el representante del ministerio público debe dar su parecer sobre si cree conveniente o no la práctica de alguna prueba más para posteriormente presentar su escrito de calificación. El instructor dictó auto de conclusión de sumario después de que la Audiencia desestimase la pretensión de la inculpada, Alba P.C., de que se incorporase a este caso un informe pericial psicológico que acredite la secuelas como mujer maltratada. Meses después de que fueran imputados ella y Víctor G.F, su entonces compañero sentimental por este caso, denunció a este último por maltrato, diligencias previas que se instruyen en el Juzgado de Instrucción 3.
En un principio, por la tentativa de asesinato estuvieron imputados seis familiares más -todos los que tenían relación con el pequeño- hasta que el juez fue cerrando el círculo en torno a la madre su pareja.
El juez instructor considera que tanto la madre biológica como su excompañero agredieron durante meses al menor hasta su ingreso hospitalario. Las exploraciones detectaron fracturas múltiples, infección respiratoria, contusión y hemorragia craneales. En una de las últimas pruebas del caso, el forense certificó que el niño sufría fracturas en el cráneo, las costillas, el fémur y extremidades medias (huesos largos, cúbito y radio), además de lesiones cutáneas y hemorragias de retina.
Una de las pediatras, quien declaró como testigo, habló del "síndrome del niño apaleado" o lo que es lo mismo, un menor maltratado "que ha recibido golpes en distintos momentos" en un tiempo que aunque no lo pudo precisar se remonta a unas semanas antes del ingreso hospitalario.
