El abogado puede recurrir la decisión del magistrado, dado que Carlos Martínez niega su implicación

El juez decreta el ingreso en prisión del socio mayoritario del Central Park por el incendio

El sospechoso sube las escaleras del Pazo de Xustiza antes de declarar ante el juez. (Foto: Miguel Ángel )
El socio mayoritario del Central Park ha ingresado en prisión después de que un empleado de una gasolinera lo reconociera ayer en el centro penitenciario de Pereiro como la persona que supuestamente compró, cuatro días antes del incendio, dos garrafas como las que aparecieron en la cafetería y 40 litros de gasolina. La decisión judicial podría ser recurrida por el letrado de Carlos Martínez, dado que éste niega cualquier implicación en el fuego. En principio, se le atribuye un presunto delito de incendio.
La rueda de reconocimiento realizada ayer en el centro penitenciario de Pereiro de Aguiar fue la clave para que el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Ourense decretara el ingreso en prisión de Carlos Martínez, socio mayoritario de la cafetería Central Park. El empleado de una gasolinera próxima a la ciudad lo reconoció como la persona que, presuntamente, compró dos garrafas y 40 litros de gasolina cuatro días antes de que tuviera lugar el incendio del establecimiento.

La decisión del magistrado se produjo a petición del Ministerio Fiscal, que solicitó la prisión provisional para el sospechoso, una vez que el testigo afirmó que era el comprador de la gasolina. El abogado del sospechoso puede recurrir la decisión judicial de su ingreso en prisión, dado que el auto tampoco incluye la posibilidad del pago de una fianza.

Incendio

A falta de que avance la instrucción del caso, fuentes judiciales señalaron que el delito que se le podría imputar al socio mayoritario del local sería el de incendio, y habría que analizar posteriormente si se recogería la circunstancia de riesgo para las personas (dado que aunque el local estaba vacío el día del incendio, el edificio contiguo está habitado). También se baraja la posibilidad de que se le pudiera atribuir un presunto delito de estafa, en caso de que la investigación judicial considere que el fuego se produjo para cobrar el seguro del local.

Mientras, la investigación policial sigue su curso. Tras la detención del socio mayoritario, realizada el pasado viernes, la Policía centra ahora sus pesquisas en intentar identificar y localizar al hombre que fue visto al abandonar el local unos 15 minutos antes del incendio y cuyas características físicas -aportadas por testigos- no se corresponden con las de Carlos Martínez. Esta circunstancia es la que hace pensar a los investigadores que el papel del socio mayoritario sería el de presunto inductor o cooperador necesario, mientras que el autor material del fuego sería otra persona. De esta forma, los agentes no descartan realizar nuevas detenciones relacionadas con estos hechos.

No obstante, a pesar de las sospechas policiales y del reconocimiento del empleado de la gasolinera, Carlos Martínez sostenía su inocencia en la declaración que realizó ante el juez, manifestando además desconocer cualquier dato sobre el posible autor o autores del incendio.

Sospechas desde el inicio de la intencionalidad del fuego

Tres focos distintos del fuego y dos garrafas de gasolina fueron los dos elementos que, prácticamente desde la primera inspección ocular, hicieron pensar a la Policía en que el incendio de la cafetería Central Park, ubicada en el Parque de San Lázaro, era intencionado. A esta circunstancia había que añadir que el fuego se produjo un día (el pasado 2 de junio) en que el establecimiento estaba cerrado por descanso del personal.

Así las cosas, una vez determinada la intencionalidad del incendio, la investigación policial se centró en analizar las pistas halladas en la cafetería y en los testimonios prestados por las personas que estaban en las inmediaciones del lugar cuando ocurrieron los hechos. Siguiendo la pista a las dos garrafas de color rojo halladas en el local, concluyeron que habían sido adquiridas en una gasolinera de un municipio cercano a la ciudad, presuntamente por el socio mayoritario del establecimiento. De esta forma, la Policía sitúa como móvil del incendio el cobro del seguro, ante una supuesta mala situación económica que atravesaba el negocio. No obstante, tanto el sospechoso como su socio señalaron que el local no atravesaba por el mejor momento pero como podía ocurrir con muchos otros.




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