Las contradicciones de una mujer que denunció a su pareja por violencia de género han jugado a favor de la absolución del inculpado, Bruno L.V. Las manifestaciones de la denunciante “ante los agentes, ante el facultativo que la atendió, en el juzgado de instrucción y en el juzgado penal se observan importantes contradicciones ya que no mantiene una misma versión de los hechos”, asegura la jueza en la sentencia. Así, ante la Guardia Civil aseguró que el acusado la cogió del cuello y la arrastró por el suelo; ante el médico, que la sujetó por el cuello; en el juzgado de Instrucción, que la cogió del cuello y del pelo y a la jueza que dictó sentencia dio otra versión más completa: “Me cogió del cuello con las dos manos, con fuerza, me puso contra el armario, me apretó los ojos y me tapó la boca”.
La magistrada también se pregunta el motivo por el cual la víctima dejó a sus hijos al cuidado del imputado horas antes de la supuesta agresión -en la noche del 3 de mayo de 2021- cuando asegura que tenía miedo a que pudiera hacerles algo malo. Y ve causa de incredibilidad subjetiva en algunas de las manifestaciones realizadas por la denunciante. En el juicio, a preguntas de la fiscal, declaró que Bruno no vino a dormir la noche del 4 de mayo y ella se cabreó y él dijo “hasta aquí llegó tu maltrato”. Además, recoge el fallo absolutorio, que “no existen datos objetivos de carácter periférico que corroboren las distintas versiones de los hechos sostenidas por la perjudicada.
Y también destaca que en el parte de asistencia médica “no aparecen objetivadas lesiones que puedan corresponderse con el relato de los hechos”.
La fiscal y la acusación particular reclamaban 10 meses de prisión, además de una medida de alejamiento y la prohibición del porte de armas.
