La fiscal acusó ayer en el Juzgado Penal a Jesús Manuel S.V., de 49 años, de un delito de coacciones en relación a su expareja. Reclamó una pena de seis meses de prisión. La acusación pública sostiene que el inculpado no aceptó la ruptura, que se formalizó el 8 de mayo del pasado año. Y, según la versión aportada por la víctima, se dedicó a vigilarla y seguirla de forma reiterada. Acudió a su domicilio, sostiene la fiscal, en varias ocasiones. La perjudicada dice que llegó a verlo por la mirilla de la puerta en el rellano a altas horas de la madrugada, por lo que tuvo que avisar a la policía.
Los hechos dejaron secuelas en la expareja del acusado ya que sufrió una crisis de ansiedad y se vio obligada tanto ella como su hija menor de edad a alterar su forma ordinaria de visa. La fiscalía ve en este caso de “stalking” , que consiste en acosar a una persona de forma insistente y reiterada, de manera que le produzca una alteración grave en el desarrollo de su vida cotidiana.
