Junco, de Dakar a Pereiro, una aventura contra el viento

Alfonso Junco, durante una etapa de su travesía.
photo_camera Alfonso Junco, durante una etapa de su travesía.
El ciclista de 56 años está a punto de completar los 3.400 kilómetros de su periplo en bicicleta

Si no lo impide ningún percance, Alfonso Junco terminará su periplo entre Dakar y Pereiro mañana domingo, 26 de mayo, tras cubrir más de 3.400 kilómetros por la costa de tres países africanos, y la Vía da Plata tras cruzar el Estrecho. Es su tercer reto de larga distancia después de completar todo el contorno de la Península Ibérica y recorrer los más de 4.000 kilómetros que separan Pereiro de Aguiar y la ciudad turca de Estambul.

“A mis 56 años me encuentro con tiempo y recursos para hacer estas rutas”, cuenta Junco. “Siempre es hasta Pereiro porque vivo allí e intento darle visibilidad. Este año me dio por meterme en territorio africano, y crucé Senegal, Mauritania y Marruecos hasta cruzar el Estrecho por Tánger. Ya en España, seguí por la Vía da Plata”, comenta el ciclista.

Para poder completar el recorrido en las 24 etapas que se había marcado, tuvo que cubrir de media 140 kilómetros diarios por carreteras que discurren a través del desierto del Sáhara. Y allí se encontró con dos obstáculos: la arena y el viento. “El paisaje es muy similar, y el viento está siempre presente”, rememora Alfonso Junco. “Puede llegar a alcanzar los 30 kilómetros hora, y forma una nube de arena que si te da de cara, lo pasas mal. La arena se te mete por todas partes, y genera abrasión al pedalear. Y luego, viajas con el sonido constante del viento en los oídos”, cuenta el ciclista.

Intentando precisamente evitar los momentos de mayor fuerza de viento y calor, Junco viajó de madrugada con apenas visibilidad, y eso le afectó también en el plano psicológico. “Más de una vez pensé que ojalá me robaran la bici para poder volverme a casa”, reconoce el ciclista, “porque hay una soledad que es constante. No hay muchos ciclistas, pero sí muchas motos, y las camionetas de caja grande que usan siempre. En Mauritania, el tráfico era horrible”, asegura Junco. 

A pesar de las dificultades su experiencia es positiva, sobre todo en el plano humano. “La gente se preocupa, te pregunta y te ayuda si lo necesitas. El agua no fue un problema, porque había una tienda cada 20 o 30 kilómetros”, cuenta Javier Junco. “Sí era un problema dormir porque no me llevé tienda de campaña, y buscaba alojamiento en pequeños hoteles. Eso me obligó a hacer alguna etapa de 190 kilómetros”, recuerda.

Recibimiento oficial en la plaza Mayor de Pereiro

La labor promocional que Alfonso Junco hace de Pereiro de Aguiar con sus travesías no ha pasado desapercibida para la corporación municipal, que prepara un recibimiento para el ciclista cuando llegue, en principio, a las 12,30 del domingo 26 a la Plaza Mayor de Pereiro de Aguiar.

“Alfonso Junco está a levar o nome de Pereiro de Aguiar polo mundo adiante e sempre é de agradecer, polo tanto merece a mellor das benvidas ó seu pobo”, dice el alcalde de Pereiro, Luis Menor, en un mensaje a los vecinos del municipio para que acudan a seguir los últimos kilómetros de la aventura.

“Es una cosa que ya hicieron cuando recorrí la península, y cuando vine desde Estambul”, comenta Junco. 

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