La Subdelegación del Gobierno convocará una Junta local de seguridad extraordinaria en los próximos días para abordar el problema del botellón en la Alameda y poner en común la colaboración de todos los cuerpos policiales. Rechaza que haya que pedir permiso para reuniones de más de 20 personas, como insinuó la Policía Local.
El clamor vecinal que exige medidas para poner freno al botellón en la Alameda parece que empieza a dar sus frutos. El subdelegado del Gobierno en Ourense, Camilo Ocampo, ha confirmado a este periódico que convocará una Junta local de seguridad extraordinaria para poner sobre la mesa las posibles soluciones a este problema y optimizar la coordinación de los cuerpos y fuerzas de seguridad.
Esta reunión, para la que todavía no hay fecha concreta, se producirá en los próximos días, una vez que los representantes del Concello, Guardia Civil y Policía Nacional confirmen su asistencia.
Camilo Ocampo, que pese a las múltiples quejas vecinales y de diferentes colectivos tardó en reaccionar y pronunciarse acerca de este problema, reconoce que el botellón es una cuestión que afecta a la salud pública y a la seguridad ciudadana, aunque matiza que su complejidad viene dada porque afecta a múltiples aspectos sociales, tales como la diversión, el descanso, los ruidos y la limpieza. Recuerda, eso sí, que estos factores están relacionados en su mayor parte con ordenanzas municipales y aunque este matiz provocaría que el problema recayese en su mayor parte en la administración local y, por ende, en la Policía Local, Ocampo manifiesta que siempre hubo colaboración con el resto de cuerpos y fuerzas de seguridad y así seguirá siendo.
El botellón ya fue abordado en diferentes juntas locales de seguridad sin que se consiguiera una solución satisfactoria para los afectados. El matiz de la que se desarrollará en los próximos días viene dado por la voluntad ahora expresada de buscar una mejor colaboración entre los cuerpos policiales para poner freno a esta lacra social y evitar el deterioro de lugares tan emblemáticos como la Alameda.
Anticonstitucional
En cuanto a las manifestaciones del superintendente de la Policía Local, Abelardo Ulloa, en las que señalaba que era preciso pedir permiso en la Subdelegación para reuniones de más de 20 personas en la vía pública, Camilo Ocampo evita confrontaciones pero se muestra contrario. Dice que esta medida vulneraría el artículo 21 de la Constitución, que fija el derecho de reunión, y que sólo se podría prohibir cuando estén en peligro las personas o los bienes.
Los vecinos afectados, que reiteran cada día su malestar con la implantación del botellón en la Alameda y que cuentan con el apoyo del PP, confían en que la junta local de seguridad sirva para algo más que teorizar sobre el botellón y ponga sobre la mesa medidas efectivas para evitar daños y molestias continuas.
Denuncias
Según los datos de la estadística anual de la Policía Local, el botellón provocó que el año pasado se tramitasen 25 denuncias, fruto de los 921 controles realizados por los agentes durante las noches de fines de semana.
El mes en el que se tramitaron más denuncias (cinco) fue el pasado marzo. De hecho, en esta estadística se sustrae un dato curioso: los meses de verano fueron los que registraron menos denuncias, en contraposición a aquellos correspondientes al curso escolar, ya que de octubre a junio es cuando más casos se dieron.
En cuanto a los controles, la Policía Local realizó el pasado año una media de 65 al mes, siendo precisamente en octubre, noviembre, enero, febrero y mayo los períodos con más acciones de este tipo (entre 79 y 99 controles).
La Policía Local, para prevenir daños, identifica a una serie de personas en cada botellón que se han de hacer responsables de cualquier tipo de desperfecto. Durante 2008, fueron identificadas 184 personas en los diferentes puntos donde se practica el botellón en la ciudad. Al igual que reflejan los datos de denuncias y controles efectuados por la Policía Local, el mayor número de identificaciones se produjo entre los meses de octubre y mayo, con una media de 20 personas identificadas.
Esta reunión, para la que todavía no hay fecha concreta, se producirá en los próximos días, una vez que los representantes del Concello, Guardia Civil y Policía Nacional confirmen su asistencia.
Camilo Ocampo, que pese a las múltiples quejas vecinales y de diferentes colectivos tardó en reaccionar y pronunciarse acerca de este problema, reconoce que el botellón es una cuestión que afecta a la salud pública y a la seguridad ciudadana, aunque matiza que su complejidad viene dada porque afecta a múltiples aspectos sociales, tales como la diversión, el descanso, los ruidos y la limpieza. Recuerda, eso sí, que estos factores están relacionados en su mayor parte con ordenanzas municipales y aunque este matiz provocaría que el problema recayese en su mayor parte en la administración local y, por ende, en la Policía Local, Ocampo manifiesta que siempre hubo colaboración con el resto de cuerpos y fuerzas de seguridad y así seguirá siendo.
El botellón ya fue abordado en diferentes juntas locales de seguridad sin que se consiguiera una solución satisfactoria para los afectados. El matiz de la que se desarrollará en los próximos días viene dado por la voluntad ahora expresada de buscar una mejor colaboración entre los cuerpos policiales para poner freno a esta lacra social y evitar el deterioro de lugares tan emblemáticos como la Alameda.
Anticonstitucional
En cuanto a las manifestaciones del superintendente de la Policía Local, Abelardo Ulloa, en las que señalaba que era preciso pedir permiso en la Subdelegación para reuniones de más de 20 personas en la vía pública, Camilo Ocampo evita confrontaciones pero se muestra contrario. Dice que esta medida vulneraría el artículo 21 de la Constitución, que fija el derecho de reunión, y que sólo se podría prohibir cuando estén en peligro las personas o los bienes.
Los vecinos afectados, que reiteran cada día su malestar con la implantación del botellón en la Alameda y que cuentan con el apoyo del PP, confían en que la junta local de seguridad sirva para algo más que teorizar sobre el botellón y ponga sobre la mesa medidas efectivas para evitar daños y molestias continuas.
Denuncias
Según los datos de la estadística anual de la Policía Local, el botellón provocó que el año pasado se tramitasen 25 denuncias, fruto de los 921 controles realizados por los agentes durante las noches de fines de semana.
El mes en el que se tramitaron más denuncias (cinco) fue el pasado marzo. De hecho, en esta estadística se sustrae un dato curioso: los meses de verano fueron los que registraron menos denuncias, en contraposición a aquellos correspondientes al curso escolar, ya que de octubre a junio es cuando más casos se dieron.
En cuanto a los controles, la Policía Local realizó el pasado año una media de 65 al mes, siendo precisamente en octubre, noviembre, enero, febrero y mayo los períodos con más acciones de este tipo (entre 79 y 99 controles).
La Policía Local, para prevenir daños, identifica a una serie de personas en cada botellón que se han de hacer responsables de cualquier tipo de desperfecto. Durante 2008, fueron identificadas 184 personas en los diferentes puntos donde se practica el botellón en la ciudad. Al igual que reflejan los datos de denuncias y controles efectuados por la Policía Local, el mayor número de identificaciones se produjo entre los meses de octubre y mayo, con una media de 20 personas identificadas.
