Tres sentencias recientes de dos juzgados sociales consideran improcedentes los despidos de tres trabajadoras -coordinadoras de Educación- del Concello. El TSXG dictó otra sentencia similar sobre un cuarto trabajador.
Dos juzgados de lo social de Ourense acaban de dictar tres sentencias en las que obligan al Concello de Ourense a readmitir o indemnizar a tres trabajadoras al considerar que su despido fue improcedente. Se trata de tres personas que suscribieron sucesivos contratos -hasta nueve- con el Concello -el primero data de 2000 en dos casos y de 2003 en uno- hasta que el pasado mes de julio el Concello les comunicó que finalizaba su contrato y cesaban en sus funciones.
Las trabajadoras se encargaban, respectivamente, de coordinar-dirigir la Escola municipal de idiomas, coordinar la educación deportiva en el Pabellón y los programas educativos de seguridad vial. Estos contratos iban finalizando cada verano y de nuevo se firmaban otros en los mismos términos y para desarrollar el mismo trabajo al inicio del curso. Un método de contratación que, según los magistrados, fue en fraude de ley, ya que consideran los magistrados que la relación entre las partes fue indefinida, tal y como sostenía en su demanda el letrado de las trabajadoras, Eduardo Mazaira.
Según una de las sentencias, el fraude se produce desde el principio, ya que los contratos realizados responden a actividades de carácter normal y permanente del Concello y no era posible utilizar la modalidad contractual de obra o servicio determinada. En el presente caso, las actividades para la que fue contratada continúan, por lo que no hay fin de contrato. Así, al considerar que los contratos eran indefinidos por estar destinados siempre a realizar la misma actividad, no era posible extinguir la relación laboral por finalización del contrato y por voluntad unilateral de la parte demandada.
Las trabajadoras optaron por la readmisión, al igual que otro trabajador, conductor de ambulancias de Protección Civil, que también fue despedido de forma improcedente a principios de este año, según determinó en una sentencia el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
Las trabajadoras se encargaban, respectivamente, de coordinar-dirigir la Escola municipal de idiomas, coordinar la educación deportiva en el Pabellón y los programas educativos de seguridad vial. Estos contratos iban finalizando cada verano y de nuevo se firmaban otros en los mismos términos y para desarrollar el mismo trabajo al inicio del curso. Un método de contratación que, según los magistrados, fue en fraude de ley, ya que consideran los magistrados que la relación entre las partes fue indefinida, tal y como sostenía en su demanda el letrado de las trabajadoras, Eduardo Mazaira.
Según una de las sentencias, el fraude se produce desde el principio, ya que los contratos realizados responden a actividades de carácter normal y permanente del Concello y no era posible utilizar la modalidad contractual de obra o servicio determinada. En el presente caso, las actividades para la que fue contratada continúan, por lo que no hay fin de contrato. Así, al considerar que los contratos eran indefinidos por estar destinados siempre a realizar la misma actividad, no era posible extinguir la relación laboral por finalización del contrato y por voluntad unilateral de la parte demandada.
Las trabajadoras optaron por la readmisión, al igual que otro trabajador, conductor de ambulancias de Protección Civil, que también fue despedido de forma improcedente a principios de este año, según determinó en una sentencia el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
