JUICIO

El profesor acusado de robar dinero: ‘Pagué a proveedores'

La fiscal pide seis años de prisión por hacer suyos 15.000 euros de la cuenta del colegio de Oímbra

Un jurado popular compuesto por nueve ciudadanos será el encargado de considerar culpable o inocente a Agustín Aparicio Peláez, que se sentó ayer en el banquillo de la sección segunda de la Audiencia Provincial acusado de un delito continuado de falsedad y otro de malversación de caudales públicos. El ministerio público acusa a este exmaestro del colegio de Oímbra de emitir y cobrar 73 cheques a su nombre por valor de casi 15.000 euros con cargo a la cuenta bancaria del centro. Por eso, solicita, primeramente, seis años de prisión, multa de 24 meses a razón de 12 euros diarios y su inhabilitación especial para el ejercicio de su profesión.

Los hechos por los que tuvo que declarar ayer -el primero de los tres días que reservados para este caso- comenzaron en abril de 2003, cuando el acusado ejercía como profesor del centro, en el que ingresó en el 2000. El colegio disponía de una cuenta bancaria en la que el encausado figuraba como autorizado, debido a su condición inicial de encargado del servicio de comedor y posteriormente de secretario.

Según la fiscal, "valiéndose de su posición de autorizado de la cuenta, el encausado cobró 14.961 euros extraídos de los fondos del centro". Para poder disponer del dinero eran necesarias las firmas de dos de las tres personas autorizadas para ello -el director y otro profesor-. El ministerio público lo acusa de falsificar la firma del director en la totalidad de los cheques. El maestro, que reconoció haberlos cobrado, explicó que "en ningún momento" intentó falsificar la rúbrica de su superior, "sino que echaba garabatos para agilizar pagos". En esa misma línea, añadió que "a veces necesitaba dinero en metálico para pagar a proveedores, arreglos en las instalaciones o preparar alguna excursión", insistiendo en que "tenía el permiso tácito del director cuando él no estaba en el centro".

En 2007, el encausado pidió el traslado a Asturias, de donde es oriundo, percatándose la dirección del centro de la falta del dinero. "Me llamó el director y le expliqué que los recibos los había dejado en su sitio; no escapé", insistió el hombre, quien añadió que la desaparición de los resguardos "puede estar relacionada con los robos que todos los veranos se registraban en el colegio".

"El claustro y el consejo estaban al tanto"

Agustín Aparicio explicó a los miembros del jurado popular que "tanto el consejo escolar como el claustro de profesores estaban al tanto de las operaciones, de las que informaba en todas las reuniones que manteníamos". Para la segunda sesión del juicio, están previstas las declaraciones de los otros autorizados de la cuenta del centro -el director y dos profesores-, así como los dos peritos de la Guardia Civil que estudiaron las rúbricas y el inspector de Educación que intervino tras ser conocido el montante. La abogada de la defensa solicita la libre absolución del maestro. Este último insistió en que "vivo en números negativos ", debido a las pensiones que pasa a sus dos hijas y a la retención de 220 euros mensuales en concepto de responsabilidad civil anticipada, que deberá abonar al colegio de Oímbra si la presidenta del tribunal lo considera culpable. 

Te puede interesar