Después de meses, semestres, años, en los que el número de asuntos pendientes en los juzgados de Ourense crecían sin hallar un techo ante el que frenarse, al fin se interrumpe ese continuado peregrinar hacia arriba. Por primera vez, el colapso mengua. Tan inesperada tendencia, sorprende incluso al presidente de la Audiencia provincial de Ourense, Fernando Alañón, que atribuye la nueva dinámica 'a un conjunto de factores que habría que analizar pormenorizadamente, pero que en todo caso, confluyen en uno elemental: se ha venido trabajando mucho y mejor. Y en todas las jurisdicciones'.
El primer trimestre de 2010 ha alumbrado un comportamiento poco menos qué inédito. Ese período se cerró con 13.551 asuntos en trámite, cuando se había comenzado el año con 14.466, según los datos del Consejo General del Poder Judicial. No es un comportamiento estrictamente inaudito, ya que con los datos a mes de marzo vencido, se cumplen dos trimestres consecutivos de descensos, y precisamente por esta razón, según fuentes judiciales, podríamos estar ante la consolidación de una tendencia, y no frente a un mero espejismo. Alañón, no obstante, reclama prudencia, pues el tercer trimestre, en el que 'se concentran los períodos vacaciones' de Semana Santa y verano pueden 'hacer incrementar los asuntos en trámite'.
En el tercer trimestre de 2009, los juzgados de la provincia de Ourense habían tocado techo, o fondo, según se mire, al llegar a una cifra récord de cuestiones sin resolver: 16.117. Este número desorbitado no era sino la metáfora numérica perfecta a la situación por la que se atravesaba en algunos órganos judiciales, pues conocido es que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia se vio abocado, este mismo año, a ordenar la inspección del Juzgado de Instrucción número 3 y de violencia de género, por el alarmante colapso en el que se hallaba inmerso (llegó a acumular 2.500 asuntos en trámite). El fin de año introdujo algo de esperanza en el oscuro túnel, y los asuntos en trámite bajaron a 14.466.
No estamos ante una reducción engañosa, resultado de que hubiesen ingresado menos asuntos en los juzgados de los normales. En eso no se han modificado las tendencias: cada trimestre han seguido entrando asuntos en las distintas jurisdicciones en mayor medida que el trimestre anterior. La vida sigue judicializándose un poco más cada día. Para hacerse una idea: en todo el año 2009, entraron en los juzgados de la provincia 48.481 asuntos y se resolvieron 45.771. El alivio del atasco se produce en todas las jurisdicciones, de la civil a la penal, e incluyendo la social y la contencioso-administrativo. Pero hay un elemento todavía más relevante, que cuya importancia enfatiza Alañón, al revelar que 'caen los asuntos pendientes en el Juzgado de Instrucción 3', desde la inspección del TSXG.
Cambios
El sistema penal está colapsado por los litigios llamados de baja intensidad, es decir, aquellos que llevan aparejada una carga punitiva inferior a dos años de prisión. Esta dialéctica es común a todo el engranaje judicial, y por lo tanto, común a Ourense. Basta un dato: de los 1.497 procedimientos penales en los que el Ministerio Fiscal se presentó como acusación, más de un 55%, según la Fiscalía Superior de Galicia, estuvieron relacionados por delitos contra la seguridad viaria.En alguna medida, el sistema judicial es víctima de los cambios introducidos hace tres años en el Código Penal, que una vez amplió los supuestos para perseguir penalmente las infracciones del tráfico, multiplicó el caudal de procedimientos a los que, de pronto, los actores judiciales debían dar respuesta.
Existen otros elementos que abundan en la disminución de la eficacia. Un ejemplo es el elevado número de procedimientos incoados por delito, esto es, las diligencias previas encaminadas a recoger datos sobre la existencia objetiva de un delito y un sujeto autor del mismo. En 2009, en Ourense, los procedimientos incoados fueron 26.665, entre los nuevos, los pendientes y los reabiertos. Ahora bien, sólo 1.597 desembocaron en un escrito de acusación por parte del Ministerio Público. Eso quiere decir ni más ni menos que el 94,5% de los procesos que se instruyeron acabaron sin acusación. Se emplean muchos recursos de tiempo, humanos, técnico, que mueren en un archivo. Esta circunstancia, añadida a la amenaza de colapso a la que están expuestos casi todos los órganos judiciales, provoca ocasionalmente la prescripción de algunos asuntos en trámite. En su mayoría están relacionados con temas de faltas, aunque algunas veces también con delitos. La ausencia de una estadística general, y el hecho de que no conste la obligatoriedad de recoger este datos en las memorias correspondientes añade una dificultad especial al recuento.
De las 26.665 diligencias manejadas el pasado año por el Ministerio Fiscal, se archivaron por no ser delito 2.746; fueron sobreseídas por falta de autor conocido, un total de 9.040; se declararon faltas 1.339; se acumularon o se inhibieron en favor de otras, 8.684; se convirtieron en sumarios, 17, en Tribunal del Jurado 7, y en procedimiento abreviado 874; 51 se declararon urgentes, y a 1 de enero de 2010 estaban pendientes 3.910.
En el tercer trimestre de 2009, los juzgados de la provincia de Ourense habían tocado techo, o fondo, según se mire, al llegar a una cifra récord de cuestiones sin resolver: 16.117. Este número desorbitado no era sino la metáfora numérica perfecta a la situación por la que se atravesaba en algunos órganos judiciales, pues conocido es que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia se vio abocado, este mismo año, a ordenar la inspección del Juzgado de Instrucción número 3 y de violencia de género, por el alarmante colapso en el que se hallaba inmerso (llegó a acumular 2.500 asuntos en trámite). El fin de año introdujo algo de esperanza en el oscuro túnel, y los asuntos en trámite bajaron a 14.466.
No estamos ante una reducción engañosa, resultado de que hubiesen ingresado menos asuntos en los juzgados de los normales. En eso no se han modificado las tendencias: cada trimestre han seguido entrando asuntos en las distintas jurisdicciones en mayor medida que el trimestre anterior. La vida sigue judicializándose un poco más cada día. Para hacerse una idea: en todo el año 2009, entraron en los juzgados de la provincia 48.481 asuntos y se resolvieron 45.771. El alivio del atasco se produce en todas las jurisdicciones, de la civil a la penal, e incluyendo la social y la contencioso-administrativo. Pero hay un elemento todavía más relevante, que cuya importancia enfatiza Alañón, al revelar que 'caen los asuntos pendientes en el Juzgado de Instrucción 3', desde la inspección del TSXG.
Cambios
El sistema penal está colapsado por los litigios llamados de baja intensidad, es decir, aquellos que llevan aparejada una carga punitiva inferior a dos años de prisión. Esta dialéctica es común a todo el engranaje judicial, y por lo tanto, común a Ourense. Basta un dato: de los 1.497 procedimientos penales en los que el Ministerio Fiscal se presentó como acusación, más de un 55%, según la Fiscalía Superior de Galicia, estuvieron relacionados por delitos contra la seguridad viaria.En alguna medida, el sistema judicial es víctima de los cambios introducidos hace tres años en el Código Penal, que una vez amplió los supuestos para perseguir penalmente las infracciones del tráfico, multiplicó el caudal de procedimientos a los que, de pronto, los actores judiciales debían dar respuesta.
Existen otros elementos que abundan en la disminución de la eficacia. Un ejemplo es el elevado número de procedimientos incoados por delito, esto es, las diligencias previas encaminadas a recoger datos sobre la existencia objetiva de un delito y un sujeto autor del mismo. En 2009, en Ourense, los procedimientos incoados fueron 26.665, entre los nuevos, los pendientes y los reabiertos. Ahora bien, sólo 1.597 desembocaron en un escrito de acusación por parte del Ministerio Público. Eso quiere decir ni más ni menos que el 94,5% de los procesos que se instruyeron acabaron sin acusación. Se emplean muchos recursos de tiempo, humanos, técnico, que mueren en un archivo. Esta circunstancia, añadida a la amenaza de colapso a la que están expuestos casi todos los órganos judiciales, provoca ocasionalmente la prescripción de algunos asuntos en trámite. En su mayoría están relacionados con temas de faltas, aunque algunas veces también con delitos. La ausencia de una estadística general, y el hecho de que no conste la obligatoriedad de recoger este datos en las memorias correspondientes añade una dificultad especial al recuento.
De las 26.665 diligencias manejadas el pasado año por el Ministerio Fiscal, se archivaron por no ser delito 2.746; fueron sobreseídas por falta de autor conocido, un total de 9.040; se declararon faltas 1.339; se acumularon o se inhibieron en favor de otras, 8.684; se convirtieron en sumarios, 17, en Tribunal del Jurado 7, y en procedimiento abreviado 874; 51 se declararon urgentes, y a 1 de enero de 2010 estaban pendientes 3.910.
