El trineo de Santa Claus vendrá este año especialmente cargado de animales, y es que los renos van a tener que hacer mucha fuerza para traer todos los cerdos y koalas que encargaron los niños ourensanos. Estos dos juguetes, que tienen diferentes opciones de interacción, están causando sensación, y las tiendas ya no tienen más existencias. La compañía que los produce tampoco puede asegurar su suministro de cara a la campaña de Reyes.
“A los niños les pegó este año el furor por estos juguetes. Con el cerdito lo sacan a pasear, dice unas frasecitas y el hocico se le mueve para adelante y para atrás. El koala es algo similar, también es interactivo, se le iluminan las mejillas y alguna cosa más”, afirma Monserrat Díaz, dependienta de la juguetería Din y Don, donde llevan “desde el mes de octubre buscando más cerditos”.
El veredicto es el mismo en todas las tiendas, que se rinden al poder comercial de estos dos pequeños animales, aunque admiten que el ritmo de ventas les cogió un poco por sorpresa. “Es que yo creo que ni la empresa lo sabía, si tuviéramos media tienda con estos juguetes, se vendía todo”, afirman desde Toy Planet.
Más allá del indiscutible protagonismo del koala y su compañero porcino, los puzzles y los juegos de mesa también tuvieron una alta demanda, una tendencia que nació con la pandemia y el confinamiento y que parece mantenerse. “La gente pide muchos puzzles en 3D, el que más buscan es el de la Torre Eiffel, lo tenemos agotado”, comentan en Din y Don. En Juguettos también vendieron una cantidad por encima de lo esperado de juegos de mesa, y las estrellas fueron “la casa de los retos” y “la máquina de la verdad”.
COMPRAS ADELANTADAS
Finalmente no se dio problema de suministros en las tiendas ourensanas, y los únicos juguetes que se agotaron fueron los más demandados, una situación que, afirman, es habitual cada año. Sin embargo, la alarma social existente por el miedo a las estanterías vacías provocó un cambio en esta campaña, en la que los consumidores adelantaron mucho sus compras. “Este año incluso empezamos a vender en la segunda semana de octubre, fue por el miedo a quedarse sin regalos, la gente incluso hacía reservas antes de que llegaran los artículos”, afirman.
Las ventas se alargan hasta el último momento, e incluso el propio día de Nochebuena hay quien acude a primera hora a buscar un juguete o un detalle que se le pasó por alto. También aprovecharán para hacer las compras de cara al 6 de enero, aunque esta campaña suele crecer tras la Navidad. Mientras la mayoría de ourensanos tendrá como única preocupación comer y disfrutar de la compañía familiar, los vendedores de juguetes seguirán con su incansable trabajo, para que ningún hogar se quede sin su koala ni su cerdo.
