DÍA DEL DONANTE

La llave a una segunda vida

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photo_camera Damián Lucio Juan y Jesús González Iglesias, en la carpa informativa de Alcer.

A Damián Lucio y a Jesús González les tocó la lotería en forma de riñón. Con motivo del Día del Donante de Órganos, coinciden que con este gesto altruista se puede salvar vidas, como a ellos les ocurrió en 2016 y 1989, respectivamente 

A Jesús González, de 69 años, le tocó la lotería en forma de riñón en 1989. Llevaba ocho meses en diálisis y, una noche, recibió una llamada. "Chamáronme de que había un trasplante na Coruña. Foi un 12 de octubre de 1989 e, ata hoxe, de marabilla", apunta. Lleva ya 27 años con un riñón donado por un policía nacional que sufrió un accidente. "Tiven a gran sorte de que me chamaron e saiu todo aprobado á primeira", añade. Le practicó el trasplante el doctor José García Buitrón, ahora ya jubilado.

Con motivo del Día Nacional del Donante de Órganos, celebrado ayer, Jesús González pide a la sociedad que se haga donante. No dudó en acercarse hasta la carpa instalada en el Paseo por la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Renales (Alcer) de Ourense. "Ata que o vives nas teus propias carnes, non te das conta. Son precisos máis donantes. Á terra non van facer nada", puntualiza.

"Eu son un afortunado", reconoce. Hace 12 años le quitaron un pulmón. Una intervención en la que estuvo el cirujano Diego González Rivas. "E, ahora, para acabar de rematar, hai seis meses tiven outro tumor e quitáronme o estómago. Son un afortunado", insiste.

En 1993, al asesor fiscal Damián Lucio Juan le diagnosticaron una enfermedad degenerativa del riñón. Hace 15 años, volvió a Nefrología y empezó en casa un tratamiento a base de medicamentos y con una dieta estricta. "Había determinadas frutas que no se podían tomar porque tenían mucho potasio", matiza. Pero, llegó un momento en el que su enfermedad no se controlaba a través de fármacos y entró en diálisis hospitalaria, que continuó en su domicilio. "Creo que fui el primero de Ourense y el segundo de Galicia en tener una máquina en casa". Estuvo así más de un año hasta que le llamaron el 27 de julio de 2016 del Juan Canalejo de A Coruña. "Y, hasta el día de hoy, todo bien". Pero antes, su esposa estaba dispuesta a donarle un riñón."Me metieron en la lista para Vigo porque me lo daba mi mujer, que es compatible conmigo al 100%, una casualidad". Sin embargo, a la hora del trasplante le comunicaron que no valía por sufrir esclerosis arterial.

En la actualidad, Damián Lucio reconoce que la gente no está mentalizada con la importancia de la donación de órganos. "Cuando morimos, los elementos físico químicos del cuerpo se los comen los gusanos. No sirven para nada, pero si los donamos, sirven para salvar vidas", puntualiza.

Dos donantes hepáticos

Precisamente, en lo que va de año, la provincia registró dos donantes de órganos, hepáticos solamente, de los que se beneficiaron otras dos personas. Además, fueron donantes de córnea, de tal forma que cuatro pacientes fueron trasplantados de este tejido. "Este año hemos tenido muchos pacientes que nos han dicho que sí, pero finalmente no han podido ser donantes porque tienen contraindicaciones para la donación", puntualiza Juan Cortés, coordinador de donaciones y trasplantes del CHUO. Afirma que una de las principales barreras a superar es el desconocimiento de la voluntad del fallecido por parte de sus familiares. "Y no se sienten capacitado para autorizar la donación".

En este sentido, el objetivo de Alcer es abrir el debate. "Que a xente o fale cos seus familiares, que son os que van a ter a última palabra", apunta su trabajadora social, Carmen Dorando. 

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