David García volvió hace unas semanas a Ourense, tras seis meses de periplo laboral en la NASA, concretamente en su instalaciones de Mountain View en el estado de California. Este ingeniero aeroespacial califica de “excepcional” todo lo vivido allí y sobretodo como una experiencia “enriquecedora” para su carrera profesional.
Tras la concesión de una beca, ofrecida por la Universidad de Illinois, participó en el proyecto de becados de la agencia estadounidense responsable del programa espacial civil y de la investigación aeronáutica y aeroespacial. “Estuve trabajando en los simuladores CFD con nuevos conceptos de los taxis aéreos del futuro”, explica García.
En este programa de la NASA, aplicó sus conocimientos a los prototipos en los que la agencia lleva años trabajando. "Me encargaron uno de ellos para comprobar, a través de las simulaciones, algunos parámetros de diseño y ver cómo se comporta el vehículo", describe. Los estudios en este campo están avanzados y reconoce que algunas empresas privadas tienen modelos novedosos pero "no comparten datos" como hace la NASA. "Allí funcionan más como una agencia de investigación, publica todos estos resultados para que todos se puedan beneficiar de ellos", comenta el joven, que este viernes fue recibido en el Concello por el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome.
Una oportunidad
La oportunidad le llegó en 2018. No dudó en cogerla."En algún momento tenía que salir, ya pensaba que tendría que buscar oportunidades fuera del país y así acabé en Estados Unidos", cuenta. Pese a los cambios, considera que su adaptación fue "rápida".
Durante este periodo en la NASA se topó con muchos compañeros en la misma situación que él, con procedencias diferentes. "El grupo en general era muy bueno, pero yo empecé con tres españoles y entre nosotros ya hicimos más relación, aunque todos éramos nuevos", comenta. Las nacionalidades varían, entre sus compañeros tenía belgas, italianos o americanos. De estos últimos destaca que eran de los que "menos" trabajan allí.
Desempeñar allí su trabajo le ofreció mayor autonomía, algo de lo que no dispuso en sus prácticas universitarias. "El ambiente era diferente, aquí estaba yo solo y eran simplemente unas prácticas obligatorias, en la NASA todo era más serio pero trabajaba de forma independiente", explica. Con los prototipos se desenvolvía él , con reuniones periódicas cada semana para informar de los resultados y guiar sus pasos. "Mi supervisora era también española y en caso de dudas o algún problema, podía acudir a ella", resalta el ourensano.
El futuro se presenta incierto y, de momento, reconoce que se tomará "unos meses de vacaciones" por Ourense, a la espera de noticias de la NASA. "Para estar allí necesitaba de un sponsor para el visado, que fue la Universidad de Illinois. Se acabó el contrato con ella y están buscando otras vías para nuevos contratos", explica García.
