Los ladrones que entraron el pasado jueves en la vivienda del constructor José Ramón Fernández, en Bentraces (Barbadás), no dejaron huellas que permitan identificarlos. La Guardia Civil revisó las cámaras de vigilancia que hay en un radio de medio kilómetro pero tampoco encontraron pistas que les permitan identificar a los autores, que se apoderaron de la caja fuerte, en la que había 80.000 euros en metálico y otros 50.000 en joyas.
La falta de pistas no desmoralizó a los agentes, que ayer se mostraban convencidos sería finalmente esclarecido. Para ello trabajan con la hipótesis de que los ladrones conocían lo que había en el interior de la vivienda y el lugar en que estaba la caja fuerte, así como la forma de hacerse con ella, dado que en el inmueble sólo había una persona mayor, la madre del empresario, de 97 años, que estaba en su cuarto en un estado delicado de salud.
Los investigadores siguen los pasos de siete personas, familiares del constructor y otras conocedores de la vivienda por las frecuentes visitas, con el objetivo de encontrar pistas que permitan esclarecer el robo.
Los agentes también buscan el armazón de la caja fuerte, que, según la Guardia Civil, podría estar oculto en un bajo de Barbadás.
Los investigadores siguen los pasos de siete personas, familiares del constructor y otras conocedores de la vivienda por las frecuentes visitas, con el objetivo de encontrar pistas que permitan esclarecer el robo.
Los agentes también buscan el armazón de la caja fuerte, que, según la Guardia Civil, podría estar oculto en un bajo de Barbadás.
