El dueño de la autoescuela dio positivo en cocaína y en cannabis
La juez de guardia dejó en libertad a los investigados, dos de ellos fueron detenidos, por la trifulca vespertina del pasado lunes en la calle Cardenal Quevedo cuando los dos ocupantes de un turismo, Santiago V.S. y José Manuel V.V., se enzarzaron en una reyerta con el dueño de la Autoescuela Garza por el toque de claxon de este último.
El juzgado también verificará a través de las pruebas de laboratorio el positivo en drogas que arrojó el conductor del coche de la autoescuela, Rubén G.C., quien dio positivo en cocaína y THC.
Precisamente, el peor parado en el altercado fue el profesor de autoescuela, quien, según su versión, iba a recoger a un alumno al parque de San Lázaro. Recibió asistencia médica por golpes en la nariz, en el rostro, brazos y en el tórax. Incluso lo despojaron de la ropa del torso.
Los hechos que movilizaron a agente de la Policía Nacional y Local, además de acaparar la atención de numerosos curiosos, ocurrieron sobre las cinco de la tarde. Rubén G.C., quien conducía un Peugeot 308 amarillo, tocó el claxon para advertir al coche que tenía delante, un Ford Fiesta de color marrón, que el semáforo estaba en verde.
Según la versión de varios testigos, el copiloto del Fiesta se apeó del coche y le dio un puñetazo en la frente al conductor del Peugeot. La pelea, a la que se sumó también Santiago V.S., continuó en la calle con versiones contrapuestas. Mientras que Rubén G.C. asegura que fue la única víctima de la trifulca, los dos detenidos dicen que les rompió el parabrisas del coche y que también fueron agredidos.
José Manuel V.V. y Santiago V.S. quedaron encartados en lesiones, pero, además, en un delito contra la seguridad del tráfico por conducir bajo el efecto de bebidas alcohólicas (el primero se negó a hacer la prueba pero los agentes apreciaron síntomas y el segundo arrojó 0,75 miligramos de alcohol por litro de aire espirado). Aunque iba al volante Santiago V.S., hay testigos que también vieron al volante a José Manuel V.V., aunque sólo dando acelerones, tras la pelea. Este último tiene un suspensión temporal del permiso hasta el año 2020. También se le imputa desobediencia grave por su actitud desafiante y violenta, según la versión policial.
Aunque en el Fiesta iba una tercera persona en los asientos traseros, los testigos corroboraron que no intervino en la pelea y que incluso intentó separarlos.
