Javier B.Q., detenido por la Guardia Civil el pasado sábado en un conocido motel de Barbadás por un delito de tráfico de drogas, fue juzgado este lunes en el Penal 1, en donde tenía una asunto pendiente por el que fue dictada una orden de búsqueda y detención para asegurar su presencia en el juicio.
El magistrado de guardia lo dejó en libertad el domingo, con personación en el juzgado cada 15 días, en relación al delito contra la salud pública. Le fueron incautados 16 gramos de cocaína y siete de heroína, además de dos de marihuana, además de 1.500 euros en efectivo, según los datos facilitados por fuentes judiciales. Pero el mismo juez, al comprobar que tenía causas pendientes con la justicia, prorrogó su detención para asegurar el lunes su presencia en un juicio que se saldó con una conformidad en una breve vista: dos años de cárcel por un delito continuado de robo con fuerza y dos meses multa (a razón de siete euros diarios) por un delito leve de estafa.
Reconoció que el 4 de mayo de 2015 forzó la cerradura de un coche estacionado en la avenida de Marín y se apropió de una cartera. Contenía una tarjeta de crédito con la que efectuó compras por importe de 151 euros. Repitió el mismo modus operandi el 23 de mayo de 2019 en un coche que estaba aparcado en la calle Río Mao. Se apoderó un riñonera que contenía dos pares de gafas y una cartera con dos tarjetas con las que intentó efectuar varios cargos, pero le fueron denegados. Seis días después repitió la operación con un coche que estaba en la Rúa do Vinteún del que cogió una gafas de sol, cinco euros que había en el cenicero y la cartera, con otros cinco euros una tarjeta con la que intentó comprar pero solo logró cargar 1,82 euros.
La misma sentencia le impone pagar la responsabilidad civil derivada de los destrozos en las cerraduras de los vehículos así como el importe de las gafas de sol. En toral, 1.204,25 euros.
