La libre movilidad por Galicia, llave para encender el turismo ourensano

Mientras buena parte de la actividad económica está ya en marcha (o al menos tiene el contexto necesario para poder hacerlo), son todavía muchos los que deben esperar todavía al menos un par de semanas para ir empezando a recuperar la normalidad, con el sector turístico como uno de los más golpeados mientras la movilidad siga circunscribiéndose al ámbito provincial, lo que hace inviable que la mayor parte de hoteles, balnearios o establecimientos de turismo rural abran sus puertas, así como las agencias de viajes, con la mayor parte con el candado echado y manteniendo activas únicamente los teléfonos y la página web. El Consorcio de Turismo de la Ribeira Sacra informaba ayer de que apenas han abierto un puñado de establecimientos, sin apenas reservas.

Por esto, los anuncios realizados por los presidentes del Gobierno central y la Xunta, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, de que cada vez está más cerca que Galicia abandone el estado de alarma y que, por tanto, se vuelvan a permitir los desplazamientos en la Comunidad han sido recibidos con satisfacción en el sector, que percibe además como cada vez es más habitual que tengan que levantar el teléfono para atender llamadas de posibles clientes que se interesan por la apertura, traduciéndose contactos ya en reservas."Suena el teléfono, la gente pregunta cuando abrimos. En agosto están subiendo las reservas y por ahora julio va un poco más lento. Si se permite viajar por Galicia, nos plantearíamos abrir", afirma la directora del Hotel Oca Villa de Allariz, Goretti Iglesias, explicando que el cliente "que más peso tiene es el gallego", con A Coruña y Pontevedra como principales lugares de origen, a los que siguen Madrid y Portugal.

Hoteles y alojamientos rurales ven posible competir en el turismo de proximidad, que sustenta buena parte de las visitas

Modelo

Este "turismo de proximidad" es para el profesor de la Facultad de Turismo del Campus Alberto Vaquero "donde debemos agrupar esfuerzos porque lo de apuntar a todo no lo veo", algo en lo que coincide Goretti Iglesias: "Después de todo lo vivido, el norte de España puede ser un lugar privilegiado para disfrutar de unas vacaciones, Galicia se puede beneficiar. Yo si viviese en Madrid o Barcelona, pensaría en este tipo de escapadas".

Este escenario deja un poso de optimismo en el sector tras una primavera perdida que ha echado por tierra un arranque de año en cifras históricas, cuando el tirón de fiestas como el Entroido hacían presagiar que estaríamos ante otro ejercicio de récord, en la línea de la evolución que se percibe desde hace años. "Creo que el verano va a ir bien, no será para tirar cohetes pero sí vamos a notar actividad, vemos que la gente tiene ganas", dicen desde el OCA Hotel de Allariz.

El establecimiento hotelero recuerda los encantos que puede ofrecer Ourense, con muchos enclaves tranquilos, naturaleza, gastronomía o patrimonio, características que quieren hacer valer los establecimientos dedicados al turismo rural, campo que está aprovechando el obligado parón para reinventarse y volver con más fortaleza. "Penso que a cousa pinta ben, porque todos os que diriximos establecementos estamos facendo os deberes, preparándonos, informándonos e conseguindo todos os materiais necesarios para ofrecer confianza e seguridade. Está vindo ben para que nos deamos conta de que debemos seguir afondando na profesionalización do sector, isto é máis que ofrecer unha cama", sostiene el presidente de la Asociación Ribeira Sacra Rural, Francisco Almuiña, que ve también como "un primeiro paso" recuperar la movilidad en Galicia, pero también hacia Portugal, gestionando ya varias reservas para la época estival en la que ya se aprecian diferencias respecto a temporadas anteriores.

"Parece que vai irse máis a estancias longas de grupos e familias que buscan permanecer nun mesmo sitio e estar en contacto coa paisaxe, natureza e gastronomía, que gusta moito. Debemos ofrecerlles experiencias", señala Almuiña. En esta línea, Alberto Vaquero recuerda que el "desarrollo rural dependerá de que las economías locales sean capaces de ir más allá de la actividad agrícola", situando al turismo como una de las claves para fijar población, reclamando que administraciones como Xunta y Diputación se alíen para crear un producto atractivo.

El sector aprovecha el parón para reinventarse y ganar en competitividad, fundamental en el contexto actual

Reclamo específico

No puede faltar en la ecuación el termalismo, algo olvidado en los diferentes protocolos que se anuncian por parte de las administraciones, pero que no impide que el sector, clave en la marca Ourense tenga ya clara la hoja de ruta, eso sí, con la apertura de la movilidad en Galicia como condición "sine qua non" para activarse. "É necesaria porque vivimos fundamentalmente do público galego, aínda que tamén doutras zonas como Asturias, Castela e León, Madrid e Portugal", señala el responsable de comunicación de Caldaria, Alberto Canal, explicando que por ahora solo está planificada el día 12 de junio la apertura de cafetería y restaurante del balneario de Laias, lo que no impide que este y el resto de establecimientos de la cadena hayan hecho los deberes para regresar.

"Temos unhas medidas de seguridade exhaustivas xa de por si e agora incorporamos máis, as garantías serán absolutas", explica Canal, que se suma a la teoría de que Ourense puede convertirse en un destino de referencia para los próximos meses: "Estamos detectando un repunte de chamadas para ver cando abrimos, temos unha clientela bastante fiel. Os nosos establecementos permiten garantir sen problemas o distanciamento social, temos espazos moi amplos. E todos os tratamentos termais que ofrecemos pódense complementar cun turismo de natureza, estamos aislados das poboacións. Temos todo a favor para acadar canto antes unha certa normalidade, o rural fainos ter moito atractivo", añaden desde Caldaria, cuya apertura será gradual, "non todo de golpe". Desde el Campus, Alberto Vaquero muestra su confianza en la "profesionalidad del sector", echando en falta que la ciudad de Ourense siga ajena al desarrollo termal. "Es una lástima", concluye Vaquero.

Reorientar

Teniendo en cuenta que "va a ser un ejercicio económico raro", el profesor de la Facultad de Turismo pide realizar un esfuerzo "para mejorar y planificar iniciativas públicas y privadas en materia turística", sin que los buenos datos que se auguraban tras el comienzo del año nublen la perspectiva. "Las administraciones tienen que tomar cartas en el asunto y con más motivo ahora, la competencia va a ser mayor", explica Alberto Vaquero.

Recogen el guante, por ejemplo, en la Asociación Ribeira Sacra Rural, con el aliciente de tocar con la yema de los dedos la declaración de Patrimonio de la Humanidad. "O tipo de cliente vai ser máis esixente, pero tamén estará disposto a pagar máis, penso que hai unha oportunidade de cambiar o modelo de turismo da Ribeira Sacra e do rural, pero se a nós se nos piden cousas, nós tamén a eles, teñen que facer os deberes e conseguir que haxa bos servizos de comunicación e redes de telefonía e que así poidamos ofertar servizos do século XXI", señala Francisco Almuiña. Por el sector no será. Pese a las adversidades, buena cara.

Primera subida de casos activos en 27 días

Ourense frenó ligeramente la excelente evolución de los indicadores sanitarios de la pandemia, al registrar su primera subida de casos activos en 27 días, algo motivado por la ralentización en la concesión de altas, apenas dos a lo largo del domingo, algo que unido a la detección de seis nuevos contagiados elevan los positivos controlados en estos momentos a 127, tres más que los 124 de los que la Xunta informaba el fin de semana.

Al cierre del domingo, eran 1.994 las personas que en la provincia se habían infectado.

De los casos actuales, la mayoría permancen en seguimiento domiciliario, mientras que sigue sin variar la cifra de hospitalizados, 16 en toda la provincia, uno de ellos en UCI.

Tras dos días registrando fallecimientos, Ourense no lamentó ayer víctimas mortales. Tampoco hubo en Galicia.

Por su parte, España ha sumado 50 muertes, elevando el total a 26.834, un dato rectificado por Sanidad, que el domingo lo situaba en 28.752 decesos. Han dejado de aparecer 1.126 muertos en Cataluña, 291 en Madrid, 152 en Castilla-La Mancha, 62 en Comunidad Valenciana y 48 en Castilla y León.