El estado de las calles del centro y los barrios evidencia un lamentable abandono y desidia en el servicio

Limpieza que brilla... por su ausencia

Si de algo no pueden presumir las calles de la ciudad es de un estado impoluto. Basura, papeles y restos orgánicos pueblan rincones en el centro y los barrios. La excusa del Concello es la habitual: con la nueva adjudicataria ‘todo cambiará’.
Para disfrutar de un paseo por la ciudad, lo mejor es ir con la cabeza bien alta. No por orgullo, que podría ser, sino por precaución. Se evitaría así grabar en la retina penosas imágenes del estado de limpieza en la ciudad.

La zona centro, la más transitada y en teoría más mimada por el servicio municipal de limpieza, ofrece estampas que dejan mucho que desear en la tercera ciudad de Galicia. Paquetes de tabaco tirados contra las esquinas de los edificios, envoltorios de cualquier tipo de artículos, colillas, chicles, folletos publicitarios y todo tipo de vestigios del paso de los viandantes dibujan la superficie del suelo. Las aceras se convierten así en un mosaico de desechos en imparable crecimiento.

Mercedes Rodríguez Alcalá, vicepresidenta de la federación vecinal Limiar, no tiene reparos en afirmar con rotundidad que ‘desde hace unos dos años, la ciudad está más asquerosa que nunca’, algo que el Concello niega. A diario reciben múltiples quejas de vecinos de todos los barrios ourensanos alertando de esta situación. Y aunque la federación vecinal llegó a grabar un vídeo a pie de calle con las deficiencias más notorias en este aspecto, ‘aún estamos esperando por la respuesta del Concello. O por lo menos que nos digan si lo han visto’, señala Mercedes Rodríguez Alcalá.

Aquel vídeo, filmado en 2008, continúa estando de rabiosa actualidad. Parques tan céntricos como el de Concejo se han convertido en una triste exposición de deposiciones caninas y restos de juergas con sustancias incluso ilegales. La Praza de San Antonio ejemplifica también la dejadez limpiadora en un recinto transitadísimo por grupos de madres con sus vástagos.

Areneros insalubres

Precisamente hablando de niños, los areneros de los parques merecen mención aparte. El del parque situado entre Camiño Caneiro y la avenida de Buenos Aires, sin ir más lejos, ha sido vetado por muchos padres por los olores que desprende, dado que muchos incívicos ciudadanos permiten que sus canes orinen y defequen en la arena infantil. Por supuesto, nadie del Concello se pasa por allí para sancionar.

Los barrios, cómo no, tampoco escapan a la invasión de suciedad y gérmenes. Sobran las palabras con sólo acudir a las traseras del cementerio de Santa Mariña, pues la basura acumulada habla por sí misma. Parques tan admirados como el de A Ponte, a orillas del Miño, tiene en su hórreo tradicional un ‘museo del desecho’.

La excusa esgrimida por el Concello para justificar esta situación se basa en que el actual servicio está siendo asumido de forma provisional por la anterior adjudicataria, Urbaser. Cuando ya es conocido que Copasa es la mejor situada para la adjudicación, los vecinos se preguntan si después de tanto esperar un nuevo servicio, la situación cambiará. De no ser así, habrá que escuchar nuevas excusas.


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