Un vecino de la ciudad, Manuel R.C., fue condenado por un delito de maltrato en el ámbito familiar a 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad, aunque quedó absuelto de un delito de maltrato habitual.
Los hechos por los que fue condenado ocurrieron sobre las diez de la mañana del 31 de diciembre de 2020 cuando su pareja llegó al domicilio que ambos compartían, en la avenida de Buenos Aires de la ciudad. Ella había pasado la noche en casa de su madre y cuando volvió su expareja estaba alterada y violenta. En el piso, la sujetó por las muñecas y la zarandeó mientras le decía: “Tengo que salir de esta casa porque voy a acabar matándote y no quiero pagar con cárcel”. Según recoge la sentencia, insultó a la mujer de la víctima. Esta última abandonó la casa por el miedo que le infundía el acusado y recabó auxilio policial desde el portal. En presencia de los agentes, la mujer arrebató un cuchillo jamonero al inculpado que llevaba en la parte trasera del pijama.
En una grabación aportada a la causa se escucha llamar a la perjudicada “asqueosa”, entre otros insultos, así como a ella pedirle que no la tocase y la dejase ir. “No se limitó su agresividad a manifestaciones verbales sino que incluso llegó a haber contacto físico pues de lo contrario no se concibe por qué habría pedido ella que no le tocase, que le dejase ya, y que no podía aguantar eso más”, asegura la jueza. Esta última incluso muestra en sus razonamientos su preocupación en cómo pudo acabar ese incidente “de no ser por esa providencial llamada de la denunciante a la Policía”.
Y cree que “el cuchillo que llevaba oculto el acusado en la espalda iba dirigido a ser utilizado en contra de la denunciante para intimidarla o atentar contra su integridad física”.
