Las llamas se reactivaron ayer en Chandrexa, pero la lluvia y las brigadas lograron una rápida extinción
El regreso de las precipitaciones a la provincia, después de dos meses totalmente secos, concedió ayer un respiro a los montes ourensanos, que a última hora de la noche no registraban ningún incendio activo. El último fuego apagado fue el de Chandrexa de Queixa (Ourense, que quedó totalmente extinguido tras quemar 369 hectáreas, según informó ayer la Consellería de Medio Rural. El fuego se había originado el pasado martes, y en las labores de extinción trabajaron diez agentes, 33 brigadas, siete motobombas, otras tantas palas, once helicópteros y seis aviones.
El fuego se dio por controlado el jueves, aunque el calor el viento hicieron que se reactivase. El sábado volvió a darse por extinguido, pero las llamas hicieron acto de presencia ayer a mediodía, aunque la rápida intervención de las brigadas de Laza y la lluvia ayudaron a su rápida extinción.
PREVISIÓN PARA HOY
La predicción meteorológica indica que las precipitaciones continuarán en la jornada de hoy y podrían prolongarse hasta el miércoles, alternando con nubes y claros. Podrían producirse tormentas de carácter local hasta mañana, aunque, según Meteogalicia, se espera que tiendan a remitir.
