TEMPORAL

La lluvia persistente acrecienta el riesgo de desbordamiento de ríos

09.01.16.ALLARIZ.ZONA ALAMEDA CRECIDA RIO.
photo_camera El Arnoia, a su paso por la Alameda de Allariz.

Los cauces del Avia y el Arnoia continúan al borde de su capacidad

La provincia volvió a vivir ayer una jornada marcada de nuevo por las fuertes lluvias y vientos, que obligaron a mantener activada la alerta amarilla por rachas de aire desde el mediodía. El aviso se mantendrá activado hoy hasta las 21,00 horas, y a este se sumará una alerta por lluvias, a partir de las nueve de la mañana, que se prolongará durante todo el día.

A nivel global, la intensidad de las condiciones meteorológicas adversas no fue tan alta como la que se vivió durante el viernes. La prueba más palpable fue la ausencia de incidencias de gran relevancia, al margen de corrimientos de tierra aislados en ubicaciones como Trives o Valdeorras, o el que obligó a interrumpir un tramo ferroviario entre A Gudiña y Vilar de Barrio.

Los ríos centraron la atención en este nuevo día de aviso amarillo. Según la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, el Avia se mantuvo a lo largo de la jornada con un caudal que obligó a mantener activado el umbral de activación de alerta, con una profundidad que se situó entre los 2,3 y los 2,4 metros, aunque estos niveles fueron inferiores a los que se habían registrado en la noche del viernes al sábado, cuando se bordeó la prealerta por desbordamiento.

Asimismo, la vigilancia se mantiene en torno a ríos como el Sil, el Támega o el Arnoia, también al borde de su capacidad. El Concello de Vilamartín de Valdeorras, donde el río Leira, próximo a su desembocadura en el Sil, está a escasos centímetros del desbordamiento. La razón, la presencia de numeroso material de arrastre –que la Hidrográfica no dejó limpiar en su día– que está generando importantes obstrucciones en uno de sus puentes.

Los embalses también acapararon el protagonismo, principalmente los de Castrelo y Santo Estevo, que llegaron a superar el 90% de su capacidad, aunque este volumen no desencadenó la apertura de compuertas. Sí se produjeron a gran escala en Velle, lo que provocó que las pozas de A Chavasqueira y O Muíño se mantuviesen casi totalmente sumergidas. Pese a la vigilancia, el embalse del Avia, el de Albarellos, únicamente rebasó los tres cuartos de su capacidad.

Sin embargo, las fuertes precipitaciones –e incluso, relámpagos aislados– que afectaron a la provincia durante la tarde contribuyeron a mantener el cauce elevado de las corrientes fluviales. Los equipos de Protección Civil de las distintas zonas prevén que la de hoy vuelva a ser una jornada más complicada, donde las nuevas lluvias intensas anunciadas podrían producir otro aumento del caudal de los ríos y provocar más por desbordamientos.

Siguen los fuertes vientos, pero con menor intensidad

La tenue bajada en el caudal de los ríos también tuvo su reflejo en la intensidad del viento, que pese a ser elevada, mantuvo una fuerza algo inferior a la registrada el viernes. Así, Carballeda de Valdeorras volvió a experimentar las rachas más altas, con un máximo que superó los 134,6 kilómetros por hora, o Manzaneda, con rachas de hasta 117. En la ciudad, los vientos solo alcanzaron los 36 kilómetros por hora, lo que no desencadenó ninguna incidencia.

La nieve tampoco hizo acto de presencia. Desde la estación de esquí de Cabeza de Manzaneda explicaron que la lluvia se alternó de forma intermitente con la aguanieve.
Además de decretar la alerta amarilla, Meteogalicia prevé para hoy una jornada de lluvias intensas, que cobrarán especial importancia en la franja oeste de la provincia. Las cotas más altas podrían registrar precipitaciones en forma de nieve y más rachas de viento intensas. Estas condiciones han puesto en duda la disputa de varios eventos deportivos al aire libre.

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