Los vecinos de Taboadela pueden presumir de juventud y talento. Lucas Camba Moreiro, un joven de tan solo 12 años y residente del pueblo de Mingarabeiza, consiguió este fin de semana el cuarto puesto en la clasificación general del Campeonato de España de Montaña Virtual 2020, una competición oficial de esports (deportes electrónicos) de simulación de carreras, organizada por la Real Federación Española de Automovilismo, que reúne a los mejores corredores virtuales del país.
El precoz corredor, que lleva año y medio participando en campeonatos nacionales como miembro del equipo VSR eSports, cierra la temporada con un cuarto puesto muy meritorio, compitiendo en una categoría sin límite de edad y recordando a su localidad natal, portando la "T" característica del concello en el techo de su vehículo. "Es un orgullo ver todo lo que está consiguiendo, y ser testigo de los avances en su carrera", declara Álvaro Vila, alcalde de Taboadela.
En poco más de un lustro, Lucas se ha reinventado como piloto. Su padre, Julio Camba Martínez, relata cómo el pequeño despuntó desde el primer momento en que cogió un volante: "De 2015 a 2017 era corredor de karting, y participó en el campeonato gallego cada año, además de algún evento en otras comunidades, pero lo tuvimos que dejar porque no todo el mundo puede costearse esta actividad. Tiempo después, probó la simulación y le encantó. Hasta la fecha, las carreras le han ido bastante bien, nos ha sorprendido. Se ve que tiene talento dentro", asegura, aunque recuerda que "la prioridad siguen siendo los estudios".
Un futuro prometedor
Y es que la repercusión y la meteórica progresión del niño ha centrado muchas miradas en torno a su figura. El padre avanza que varias escuderías "se pusieron en contacto con nosotros y presentaron ofertas interesantes para contar con sus servicios", siendo finalmente Iridium Motorsports la elegida: "Es un equipo aragonés, todavía nuevo, que tiene en plantilla pilotos de diferentes países, muy orientado a competiciones internacionales", explica Camba, y añade que la elección estuvo condicionada "por el proyecto, que está enfocado en ir subiendo el nivel y encarar la temporada que viene de un modo mucho más serio y profesional".
Dedicación y esfuerzo
Conseguir una posición tan alta en el campeonato nacional no ha sido fruto del azar. El padre expone que "puede parecer un juego desde fuera, pero una cosa es hacerlo para divertirte y otra para competir", afirmando que para mantener el nivel "se necesita dedicación, disciplina y pasar muchos malos ratos, cuando no salen las cosas, para aprender y mejorar".
En este aspecto, el joven conductor entrena en un sencillo simulador, preparado por su padre, compuesto por un procesador I5, una tarjeta gráfica "no demasiado buena, lo mínimo para que el software corra bien", un volante, tres pantallas y unos pedales, "cambiados recientemente por otros más profesionales". Todo ello rodeado por una estructura de hierro casera para adaptar los componentes.
Esta instalación pasará a un segundo plano dentro de poco, gracias a que "el nuevo equipo se hará cargo de los gastos de las competiciones, y de proporcionar los recursos necesarios para entrenar y competir", destaca el padre, enfatizando que la escudería "tiene un equipo de ingenieros propio, que orientan y trabajan continuamente para los pilotos".
