El Casco Vello de Ourense está sometido a un abandono en el que las autoridades municipales no parecen querer intervenir. Acumulaciones de basura, micciones en plena calle, locales vacíos en estado ruinoso o pintadas en cada esquina son algunas de las lacras visibles a plena luz del día. Peor es la noche, cuando se suman reyertas, inseguridad por la falta de iluminación y ruidos incesantes.
La medida “más urgente” que propuso el concejal de Seguridad Ciudadana, Telmo Ucha, en la última reunión con los diferentes cuerpos policiales fue la instalación de cámaras en diversas zonas del Casco Histórico. Por el momento, los técnicos de infraestructuras están “estudiando” las posibles localizaciones y el número de dispositivos a insertar para vigilar, como si de una novela de Orwell se tratase, el núcleo de la ciudad. Los vecinos del Cimborrio, la zona que rodea la Catedral, no ven del todo funcional esta medida: “Podrían ser un instrumento disuasorio pero tienen que garantizar el cumplimiento normativo. No se trata de colocar una cámara con un disco duro de muchos teras, sino de conectarlo remotamente a un servidor que cumpla con la Regulación General de Protección de Datos”, explican.
Excrementos en la vía pública
No es raro ver en la noche personas orinando en las calles. Una de las elecciones favoritas en la rúa da Paz, donde el Teatro Principal se ha visto en varias ocasiones afectado o las inmediaciones de la Catedral, entre otros Bienes de Interés Cultural de la ciudad. Los orines se acumulan, junto a la basura en los portales y se hacen visibles a la mañana siguiente. La Policía Local tiene la potestad de multar por llevar a cabo esta acción. Mientras que en el vecino Lugo se sanciona a casi una docena de personas al mes, en la ciudad de As Burgas esta cifra es de una al mes. Los datos de la Jefatura muestran que desde que comenzó 2021 los agentes multaron a 14 personas: la mayoría se concentran en la calle Luna con San Francisco, también en Lepanto y en Eugenio Montes.
Pintadas
Los grafitis son un ingrediente más en la fórmula del vandalismo. Por el momento, no existen planes de limpieza ni saneamiento de las paredes del Casco Histórico pese a las múltiples reivindicaciones de las asociaciones vecinales, que se llegaron a ofrecer voluntarias para limpiar si el Concello ponía los medios.
