La lucha contra la siniestralidad laboral y mi inicio como escritor' centrará la conferencia que mañana protagonizará, a las 20.15 horas en el Centro Cultural de la Diputación, Luis Anguita. Más allá del mundo del Derecho, la charla será 'humana, donde se pueda entender la ley e igual logramos que la gente pueda a soñar si se anima a leer la novela'.
¿Cómo se lanza un fiscal a escribir una novela?
Durante muchos años, tenía un posible relato en mente pero nunca me atrevía a llevarlo a cabo. Hace ya unos años, decidí a ponerme a escribir sin comentárselo a nadie, porque hasta me daba vergüenza decirlo. Al cabo de unos días lo confesé en casa y pensé que iba a ser una carcajada general pero me encontré el apoyo de la familia, por lo que estuve meses escribiendo con cierto temor a que lo que estaba escribiendo no me gustase. No leía lo que escribía pero mientras lo hacía, yo mismo me emocionaba, era como si los personajes me llevaran por otro camino. Al leerla las personas cercanas a mí me dijeron que había que publicarla y, ante su insistencia, busqué editoriales, se publicó y estoy sorprendidísimo de la acogida que está teniendo.
¿Se inspira en su trabajo diario?
La novela es ficción. He escogido a un abogado como protagonista por el dominio de la profesión, pero nada tiene que ver con el mundo del Derecho, salvo algunos detalles de la trama. Es una novela que está llena de sentimientos, de coraje, de sueños imposibles, de luchar contra el destino, de amistad y de amor, con un mar que tiene una gran presencia.
Era muy difícil escoger un título y elegí 'mi lugar' porque es fundamental en la novela encontrar el lugar en la vida y 'mi pequeño sueño' porque a veces hay sueños que se quedan en el camino y son la esencia de la vida.
En la Fiscalía nos hemos propuesto algo tan sencillo como que cualquier persona que va a trabajar, tiene derecho a regresar sana y salva a su casa. Cuando investigamos accidentes, nos damos cuenta de que en un porcentaje muy alto, si se hubiesen cumplido medidas de seguridad básicas, esa persona no habría sufrido ese accidente. Por eso, estamos tratando de anticiparnos con una labor de prevención, yendo a hablar tanto a empresarios como trabajadores, de todos los sectores, especialmente de la construcción y la mar, para concienciarles. Nosotros no queremos aplicar el Código Penal, ojalá no tuviéramos casos y lográramos que se cumpliera la normativa. Ahora bien, cuando vemos que se ha podido cometer un delito que afecta a la seguridad de los trabajadores, la Fiscalía actúa con rigor y responsabilidad.
Perdón por la comparación, pero, para decirlo en lenguaje llano, el empresario tiene que actuar con la diligencia de un padre de familia. Un padre no dejará a su hijo de 15 años que le coja el coche y lo conduzca para ir de botellón. Un empresario, si sabe que su trabajador no tiene casco o arnés y le permite subir así todos los días, en realidad, le está consintiendo. Con todo, la mayor parte cumple escrupulosamente con las normas de seguridad y hasta por ellos tenemos que actuar contra los que no emplean medidas de seguridad en el trabajo, porque son una competencia desleal.
Durante muchos años, tenía un posible relato en mente pero nunca me atrevía a llevarlo a cabo. Hace ya unos años, decidí a ponerme a escribir sin comentárselo a nadie, porque hasta me daba vergüenza decirlo. Al cabo de unos días lo confesé en casa y pensé que iba a ser una carcajada general pero me encontré el apoyo de la familia, por lo que estuve meses escribiendo con cierto temor a que lo que estaba escribiendo no me gustase. No leía lo que escribía pero mientras lo hacía, yo mismo me emocionaba, era como si los personajes me llevaran por otro camino. Al leerla las personas cercanas a mí me dijeron que había que publicarla y, ante su insistencia, busqué editoriales, se publicó y estoy sorprendidísimo de la acogida que está teniendo.
¿Se inspira en su trabajo diario?
La novela es ficción. He escogido a un abogado como protagonista por el dominio de la profesión, pero nada tiene que ver con el mundo del Derecho, salvo algunos detalles de la trama. Es una novela que está llena de sentimientos, de coraje, de sueños imposibles, de luchar contra el destino, de amistad y de amor, con un mar que tiene una gran presencia.
Era muy difícil escoger un título y elegí 'mi lugar' porque es fundamental en la novela encontrar el lugar en la vida y 'mi pequeño sueño' porque a veces hay sueños que se quedan en el camino y son la esencia de la vida.
En la Fiscalía nos hemos propuesto algo tan sencillo como que cualquier persona que va a trabajar, tiene derecho a regresar sana y salva a su casa. Cuando investigamos accidentes, nos damos cuenta de que en un porcentaje muy alto, si se hubiesen cumplido medidas de seguridad básicas, esa persona no habría sufrido ese accidente. Por eso, estamos tratando de anticiparnos con una labor de prevención, yendo a hablar tanto a empresarios como trabajadores, de todos los sectores, especialmente de la construcción y la mar, para concienciarles. Nosotros no queremos aplicar el Código Penal, ojalá no tuviéramos casos y lográramos que se cumpliera la normativa. Ahora bien, cuando vemos que se ha podido cometer un delito que afecta a la seguridad de los trabajadores, la Fiscalía actúa con rigor y responsabilidad.
Perdón por la comparación, pero, para decirlo en lenguaje llano, el empresario tiene que actuar con la diligencia de un padre de familia. Un padre no dejará a su hijo de 15 años que le coja el coche y lo conduzca para ir de botellón. Un empresario, si sabe que su trabajador no tiene casco o arnés y le permite subir así todos los días, en realidad, le está consintiendo. Con todo, la mayor parte cumple escrupulosamente con las normas de seguridad y hasta por ellos tenemos que actuar contra los que no emplean medidas de seguridad en el trabajo, porque son una competencia desleal.
