El calor está directamente relacionado con el aumento de los comportamientos violentos. Así lo corroboran los profesionales sanitarios consultados.
En la provincia, en agosto hubo varios incidentes marcados por la agresividad. En los últimos días, una médica de la unidad de Rehabilitación de Piñor se enfrentó a varios pacientes, hasta el punto de tener que ser apartada de sus funciones; una mujer asestó un puñetazo a un niño y una patada a su perro en la avenida de As Caldas y un joven se atrincheró con varios cuchillos en su casa de A Valenzá.
Según Luis Prieto, jefe de servicio del centro de salud de A Carballeira, una de las principales causas que provocan un incremento de la agresividad es el mal dormir. “Con el calor vamos a descansar mucho peor y eso hará que estemos más irritables. Efectivamente, es motivo de que aumenten los crímenes, aunque no significa que vayamos a matar a nadie”, señala el facultativo. “Mentalmente, se está más lento, más desanimados. Suele ocurrir a partir de los 35 grados, la temperatura hace mella”, añade. Con ello, concuerda Sandra Cudeiro, psicóloga ourensana, que apunta que “se trata de un estresor externo que puede influir en personas predispuestas a la agresividad”.
Además, explica que potencia trastornos como la ansiedad: “Las zonas del cerebro que regulan las emociones están muy relacionadas con el estrés, y el calor agudiza estos estados”.
Prieto menciona otro estudio del 2018, que señala que por encima de los 37 grados, los casos de violencia de género se incrementan. “El análisis muestra que el riesgo de asesinar a tu pareja aumenta un 40% los tres días posteriores a la ola de calor”, indica. “La revista Jama lo corrobora. Según un estudio que realizaron en India, Pakistán y Nepal, por cada incremento de un grado en la temperatura media anual, la prevalencia de violencia en la pareja crecía un 5%”, añade el médico de familia.
Por otra parte, no solo los humanos sufren las consecuencias del calor. En el reino animal también hay más agresividad. “Los ataques de perros se elevan un 5%”, asegura Prieto.
Las ratas también proliferan, según el médico. Encuentran en las ciudades un ecosistema mejor para reproducirse y alimentarse.
