Luz verde a la instalación de siete radares fijos en la ciudad

24/sept./22 - 03:15 Actualizado: 24/sept./22 - 07:18

Se instalarán cámaras de control de tráfico en los accesos al Casco Vello y en las rotondas

La junta de gobierno del Concello de Ourense dio ayer luz verde definitiva al expediente para instalar en la ciudad siete radares fijos y uno móvil para controlar la velocidad en la ciudad y también cámaras de control de tráfico en los accesos al Casco Vello y en zonas conflictivas como las rotondas. Por una parte, los siete cinemómetros harán que Ourense deje de ser la única ciudad gallega sin estos dispositivos en sus vías; por otra, las cámaras de acceso a la zona histórica llevan ya más de dos años de retraso desde que el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, prometiese su instalación tras bajar los bolardos que controlaban hasta febrero de 2020 el acceso de vehículos.

La instalación de radares fijos llega tarde. En 2019, el plan de movilidad “Ourense, ciudad 30” ya recogía la necesidad de instalarlos e incluso recomendaba hasta 10 localizaciones (carretera de Madrid, Avenida de La Habana, Emilia Pardo Bazán, Progreso, Avenida de Marín, Pena Trevinca, carretera de A Granxa, Celso Emilio Ferreiro, Avenida de Santiago y la N-120). La necesidad de esta instalación se explica en que el riesgo de un atropello mortal cuando un coche circula a 30 kilómetros por hora es de un 10%, mientras que a 50 km/h es de un 90%. El radar móvil se adquiere porque hasta ahora se utilizaba uno que le cedía la DGT a la Policía Local.

Por otra parte, la instalación de las cámaras de acceso a la zona histórica es una vieja demanda de los vecinos que se subsanará tras años de demora. Se espera que con estos 17 dispositivos se ponga fin al caos de tráfico generado en el Casco Vello desde que se suprimieron los bolardos. La novedad de este expediente es la mención al sistema de cámaras en rotondas y otros “puntos conflictivos” del tráfico de la ciudad.