Las obras siguen tomando Ourense, pero apenas se finaliza alguna. La humanización de la calle Vázquez Núñez, en el barrio de A Carballeira, debería haberse culminado en julio del año pasado. Sin embargo, la calle no está acabada y los accesos siguen cortados más de diez meses después.
La situación no agrada a numerosos vecinos y comerciantes, que comprueban indignados cómo no pueden acceder con sus vehículos a la calle. “Estiveron todo o verán sen traballar alí. Despois, cara Navidad, empezaron coma tolos”, se queja Manuel Lorenzo, uno de los residentes de la calle. “O meu é un baixo que está no tramo cortado. Teño o coche no polígono e non o podo traer para abaixo. E hai un enfrente que tampouco pode entrar no garaxe”, lamenta.
La imposibilidad de acceder a la calle en coche se prolonga desde marzo de 2022, cuando se cortaron las entradas al vial debido a las obras. El mes en el que se debería haber entregado la obra era julio, debido a que el contrato, formalizado el 6 de octubre de 2021, preveía un plazo de ejecución de cinco meses. El lapso de tiempo previsto al menos se ha duplicado, prolongando el quebradero de cabeza.
La peor parte le toca a quien se ve privado de un espacio de carga y descarga para mover las mercancías. Es el caso de Rosa María, de la Floristería Sagrado Corazón, que se ve obligada a acarrear sus productos hasta el vehículo. “Estoy en el fisioterapeuta por cargar con las coronas, que pesan un montón y son siete u ocho diarias”, se queja. Al final, le venció el hartazgo: “En la parte de abajo saqué las vallas, las arrimé a la pared y punto”. Pero la Policía no se lo puso fácil. “Un día me dijeron: ‘Como salga por aquí la multo. A ver por dónde sale, señora’. Me tuve que quedar hasta que la Local se fue”. Según explica Rosa María, “salgo, quito la valla, paro en medio de Marcelo Macías y vuelvo a ponerla”.
Fuentes vecinales consultadas concuerdan que los trabajos se paralizaron en los meses de verano, tiempo en el que apenas aparecía algún obrero. “Los obreros hablaban de que no trabajaban porque no cobraban”, dice Rosa María, que es tajante: “Esto ya es de coña, parece de chiste. Que venga el alcalde por la Carballeira, ya verá los votos que saca”.
