El objetivo de Mani Moretón ha retratado el alma del 'paisanaje' ourensano condensando pasado, presente y futuro de la provincia mediante las más de 200 fotografías del libro 'Ourense de Oro II', que La Región regalará a partir del próximo domingo 26
Tras observar el resultado de su trabajo plasmado en el libro, ¿cómo lo definiría?
Este trabajo es una obra que trasciende del tiempo actual en la que trato de captar valores humanos y actividades inamovibles, como la minería o la ganadería.
Lo que queda reflejado finalmente es una realidad presente y palpable, pero que está cambiando. Además de conservar la estética, trato de transmitir algo más y, en este aspecto, me la jugué buscando la fascinación mediante un planteamiento sincero. Con estas premisas retraté desde la vendimia en O Ribeiro hasta la extracción de pizarra en Valdeorras y todas las actividades agrícolas, artesanales, romerías, patrimonio artístico o paisajístico.
Cada serie fotográfica tiene su guión previo, pero durante la ejecución me centro en la literalidad de las cosas y espero a que se produzca el momento perfecto para que caiga en mi red. Todo tiene un origen, por ejemplo en la minería sería la explosión de la roca, y este es el punto desde el que parto; luego, los hechos van transcurriendo y me voy adaptando a su ritmo y literalidad.
Prácticamente, me ha impresionado todo porque yo mismo me dejo impresionar para no repetir esquemas. Aunque, si me tengo que quedar con algo, elijo Valdeorras porque se me abrió un nuevo mundo que desconocía, como es el de la pizarra. Fue algo fascinante.
Por reiventarse cada día, como intento hacer yo con mi trabajo y por creer en la gente que realmente está haciendo cosas positivas
Este trabajo es una obra que trasciende del tiempo actual en la que trato de captar valores humanos y actividades inamovibles, como la minería o la ganadería.
Lo que queda reflejado finalmente es una realidad presente y palpable, pero que está cambiando. Además de conservar la estética, trato de transmitir algo más y, en este aspecto, me la jugué buscando la fascinación mediante un planteamiento sincero. Con estas premisas retraté desde la vendimia en O Ribeiro hasta la extracción de pizarra en Valdeorras y todas las actividades agrícolas, artesanales, romerías, patrimonio artístico o paisajístico.
Cada serie fotográfica tiene su guión previo, pero durante la ejecución me centro en la literalidad de las cosas y espero a que se produzca el momento perfecto para que caiga en mi red. Todo tiene un origen, por ejemplo en la minería sería la explosión de la roca, y este es el punto desde el que parto; luego, los hechos van transcurriendo y me voy adaptando a su ritmo y literalidad.
Prácticamente, me ha impresionado todo porque yo mismo me dejo impresionar para no repetir esquemas. Aunque, si me tengo que quedar con algo, elijo Valdeorras porque se me abrió un nuevo mundo que desconocía, como es el de la pizarra. Fue algo fascinante.
Por reiventarse cada día, como intento hacer yo con mi trabajo y por creer en la gente que realmente está haciendo cosas positivas
