Gonzalo Pérez Jácome anunció ayer la expulsión de Manuel Álvarez Fernández, uno de los ediles críticos de su formación y vicepresidente y fundador de la misma, por "disidente" y "menoscabo de la imagen del partido y acusaciones públicas graves". Mientras, el implicado alega que su cese fue tomado de forma "ilegal", minutos después de prestar declaración ante la Policía Nacional en el curso de la investigación abierta contra Jácome y de la que eludió dar detalles al estar bajo secreto de sumario.
Manuel Álvarez señaló que la asamblea que decidió su expulsión es "ilegal", que es "la primera vez que se reúne en 19 años" y que la formaron cargos que no se renovaron y "no están legitimados". De todas formas, le resta importancia porque "el partido tiene causa de disolución y le quedan dos meses de vida". Y es que DO tiene sobre la mesa una amenaza de extinción del Ministerio del Interior por incumplir desde su fundación en junio de 2001 la adaptación de los estatutos a la legislación y no nombrar ningún cargo directivo.
La decisión la tomaron cuatro de los de los cinco fundadores de DO, entre ellos, Juan Carlos Fasero, el mismo que reconoció a este periódico que "jamás tuve actividad en el partido". Manuel Álvarez, que en tono jocoso dijo que "solo me han echado de dos sitios en mi vida, del Seminario y de un partido político", dijo no haber sido convocado a dicha asamblea.
Por su parte, Jácome, que acusó a Álvarez de no aportar dinero, salvo en el periodo 2015-2019, avanzó una nueva asamblea en los próximos días "para resolver los expedientes de los otros tres disidentes".
