El camionero portugués Joaquín Manuel Oliveira da Cunha, de 32 años, encarcelado el pasado día 23, acusado de detención ilegal y violar a una menor de A Valenzá (Barbadás), insistió ayer en que es inocente, durante la vista que se celebró en la Audiencia provincial al recurrir su abogado el auto de prisión. Oliveira da Cunha ingresó en la cárcel de Pereiro sin fianza como presunto autor de un delito de detención ilegal y de otro continuado de violación, pero ayer durante su comparecencia ante los magistrados recalcó en varias ocasiones que 'nunca violaría a una menor, sería incapaz'.
Al igual que sostuvo durante el interrogatorio en el Juzgado de Instrucción número 3 de Ourense nada más ser detenido, el camionero reconoce que estuvo con la menor, a la que conoció esa misma noche. Luego la llevó en su coche y mantuvieron contactos sexuales pero asegura que toda la relación fue consentida por la joven, a la que no llegó a obligar a meter en el maletero de su coche. 'Se sentó de copiloto, en el asiento delantero', aseguró.
Joaquín Manuel Oliveira llegó al Pazo de Xustiza a las 09,30 horas en un vehículo de la Guardia Civil, cuyos agentes lo introdujeron esposado en el calabozo. Media hora después, una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía lo custodiaba hasta la sala de vista de la Audiencia provincial, donde estuvo declarando hasta pasadas las once y media de la mañana, momento en que regresaba a la prisión de Pereiro.
A la salida del Pazo de Xustiza, su abogado defensor aseguraba que su cliente es inocente y ratificaba la versión del detenido sobre el reconocimiento de los hechos. 'La relación que mantuvieron fue consentida, en ningún momento la forzó', dijo.
INDICIOS
El letrado aclaró que había presentado el recurso de reforma y subsidiario de apelación ante la Audiencia al considerar que su cliente es inocente y su puesta en libertad no influye en la investigación del caso, que está bajo secreto de sumario, al considerar que el grueso de la pruebas incriminatorias ya fueron realizadas.
Sin embargo, la fiscalía, que ya había solicitado el pasado día 23 el ingreso en prisión de Manuel Oliveira, mantiene su petición al entender que hay indicios criminales contra el camionero por los delitos de detención ilegal y violación continuada de la menor, a la que supuestamente abordó de madrugada en la calle Marcelo Macías cuando se dirigía a su domicilio después de acudir al cumpleaños de un amigo.
Después, presuntamente, la trasladó a su casa de Esmoriz (Portugal, a unos 240 kilómetros de la ciudad), la violó en varias ocasiones y, al día siguiente, la abandonó en Vigo, tras meterla en el maletero del coche.
Joaquín Manuel Oliveira llegó al Pazo de Xustiza a las 09,30 horas en un vehículo de la Guardia Civil, cuyos agentes lo introdujeron esposado en el calabozo. Media hora después, una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía lo custodiaba hasta la sala de vista de la Audiencia provincial, donde estuvo declarando hasta pasadas las once y media de la mañana, momento en que regresaba a la prisión de Pereiro.
A la salida del Pazo de Xustiza, su abogado defensor aseguraba que su cliente es inocente y ratificaba la versión del detenido sobre el reconocimiento de los hechos. 'La relación que mantuvieron fue consentida, en ningún momento la forzó', dijo.
INDICIOS
El letrado aclaró que había presentado el recurso de reforma y subsidiario de apelación ante la Audiencia al considerar que su cliente es inocente y su puesta en libertad no influye en la investigación del caso, que está bajo secreto de sumario, al considerar que el grueso de la pruebas incriminatorias ya fueron realizadas.
Sin embargo, la fiscalía, que ya había solicitado el pasado día 23 el ingreso en prisión de Manuel Oliveira, mantiene su petición al entender que hay indicios criminales contra el camionero por los delitos de detención ilegal y violación continuada de la menor, a la que supuestamente abordó de madrugada en la calle Marcelo Macías cuando se dirigía a su domicilio después de acudir al cumpleaños de un amigo.
Después, presuntamente, la trasladó a su casa de Esmoriz (Portugal, a unos 240 kilómetros de la ciudad), la violó en varias ocasiones y, al día siguiente, la abandonó en Vigo, tras meterla en el maletero del coche.
