El patio del colegio Maristas de la ciudad se convirtió ayer en un aeródromo donde casi un centenar de alumnos de 3º de la ESO se puso a prueba para ser los mejores de la primera liga Maker Drone de Galicia, una competición escolar en la que participan 18 centros educativos, siendo el ourensano el único representante de la provincia. Los chavales están en la fase de formación, ya que tendrán que resolver un problema por ahora desconocido, aunque relacionado con un “reto social” actual. El equipo de estudiantes que competirá forma parte del programa Talentia que da respuesta a 140 escolares de alto rendimiento académico y altas capacidades. Jorge Velasco, Alba Pérez y Nerea Calviño forman parte de esta “plantilla” de cracks.
“En horas de clase, hacemos cosas diferentes a nuestros compañeros. A mí me gustaron desde pequeño los drones. Así que aproveché esta oportunidad para aprender a hacerlos, a volarlos y a programarlos”, explica Velasco. Su compañera Alba añade: “Yo tengo un dron en casa y de mayor me gustaría dedicarme a algo que se relacione con ellos”. Nerea, que se siente atraída por la tecnología, quiere ser médica, “pero me llaman muchísimo la atención los drones y quiero saber cómo funcionan”. Al ser parte del grupo de altas capacidades de este centro educativo, organizan durante todo el curso escolar actividades relacionadas con drones, una radio escolar, debate, escritura creativa y talles de cómics.
¿Cómo se sienten en clase al tener altas capacidades? “Como todos los compañeros”, resume Velasco. “Es verdad que a veces se meten con nosotros y nos llaman los talentosos”, bromean los tres estudiantes. “Lo llevamos bastante bien”, añaden.
Vocaciones científicas
El Instituto Tecnológico de Galicia y la Fundación Barrié organizan esta liga de drones que pretende despertar las vocaciones científicas y tecnológicas entre los jóvenes, con retos de robótica, programación y pilotaje de drones. Galicia es una de las comunidades autónomas pionera en celebrar este tipo de competiciones escolares.
