Si los últimos datos del padrón conocidos -con fecha a 1 de enero de 2021-, ya confirmaban un vuelco en el ritmo demográfico de la provincia, que pese a seguir perdiendo población (está a punto de estar por debajo de los 304.000 habitantes) ve como esa caída se concentra ahora en la ciudad -cuya evolución negativa se ha acentuado por el covid y ve amenazada su condición de tercera urbe de Galicia- y las principales villas y no en los pequeños municipios del rural, las cifras que ha desvelado el viernes el Instituto Galego de Estatística respecto a la población real -corrigiendo los sesgos que pueda presentar el padrón- reflejan que la tendencia se sigue consolidando en la primera mitad del 2021. En ese período, 51 de los 92 concellos pueden presumir de haber crecido en habitantes, concentrados además en aquellas comarcas más afectadas históricamente por la despoblación.
Así, los datos difundidos por el IGE reflejan que seis de las 12 comarcas (Baixa Limia, A Limia, Ribeiro, Caldelas, Celanova y Trives) registran más población a 1 de julio del pasado año que en relación a la cantidad que marcaban seis meses atrás. Dentro de estas áreas, llaman la atención datos como el de A Teixeira, que si según el padrón fue durante 2020 el ayuntamiento gallego en el que más creció en términos porcentuales su población, vuelve a registrar una subida en el primer semestre de 2021 por encima del 6%, situándose en 421 habitantes y acercándose al municipio de Beade para dejar de ser el ayuntamiento con menos habitantes de Ourense.
A Veiga, Verea, Melón, Cenlle, Chandrexa de Queixa y Porqueira estarían en un segundo escalón en la evolución demográfica durante el período comprendido entre enero y julio del pasado año, al presentar un crecimiento por encima del 4%. Lobeira, Punxín, Coles, A Bola, A Merca, O Bolo y Castrelo do Val han visto como subían sus habitantes más del 3% en ese tiempo.
Mientras, la comarca más pujante de la provincia, Ourense, ve como pese a perder población en su conjunto, esa disminución se produce únicamente por el desplome de la ciudad, ya que todos los municipios del área metropolitana, a excepción de Esgos y Vilamarín, están en una dinámica positiva en términos demográficos, absorbiendo esa población de la urbe en muchas ocasiones.
La provincia registrará de nuevo un récord negativo de nacimientos
Las cifras de natalidad continúan siendo un importante hándicap para la supervivencia demográfica de la provincia de Ourense, tal y como ha quedado reflejado en la última actualización de los datos difundida por el Instituto Nacional de Estadística que comprende los registros entre enero y noviembre de 2021.
El undécimo mes del año pasado se cerró con apenas 101 nacimientos, la tercera cifra más baja de la serie histórica, solo empeorada por los 98 y 90 de diciembre de 2020 y enero de 2021. Ese centenar de alumbramientos eleva la cantidad total de todo el ejercicio (a la espera de conocer el dato del último mes) a 1.300 bebés, un 4,58% menos que la cantidad que hubo en el mismo período de 2020.
La provincia, tras el registro de noviembre, acumula su cuarto mes consecutivo con una disminución de la natalidad. El período más fructífero del pasado año fue junio, cuando hubo 143 alumbramientos. Al cierre de agosto, la evolución parecía indicar que se podría crecer, pero el desplome ha sido significativo desde entonces, por lo que el 2021 se convertirá (salvo un giro de guion inesperado) en el peor año para la provincia en lo que a natalidad se refiere.
