Matan de dos disparos a un empresario ourensano afincado en Venezuela tras atarlo a un árbol en una de sus fincas

Francisco Pereiro, en la reunión la Gran Logia de Venezuela.
Un emigrante ourensano afincado en Venezuela fue hallado muerto con dos disparos de escopeta en una de sus plantaciones de café en el estado de Lara. Francisco Pereiro Liz, de 65 años, llevaba medio siglo en el país.
El grave problema de la delincuencia que se está viviendo en Venezuela se cobró la vida de otro empresario ourensano afincado en el país, Francisco Pereiro Liz, de 65 años, natural de la ciudad. Uno de sus empleados lo encontró muerto con dos disparos de escopeta en una cafetal de su propiedad, situado en el estado de Lara. Los hechos ya ocurrieron el pasado 5 de marzo aunque no se conocieron hasta el domingo y todo apunta, según el responsable del Cuerpo de Investigaciones Científicas y Criminalisticas (CICPC) de Barquisimeto, capital del citado estado, Gilberto Rafael Amaya, ya que los autores intentaron antes secuestrarlo y, ante su negativa y resistencia, llegaron incluso a atarlo a un árbol. Los agentes aún no identificaron a los autores, pero sospecha que se trata de delincuentes comunes. Francisco Pereiro llevaba medio siglo en Venezuela, donde era un conocido empresario del sector de café. Estaba casado con una mujer canaria, a la que conoció en Venezuela, y con la que tuvo dos hijas. El pasado 5 de marzo, cuando apareció muerto, fue a inspeccionar un cafetal que, al parecer, ya estaba listo para recolectar. Su cadáver fue hallado en la entrada de la finca, lo que hace suponer, según Gilberto Rafael Amaya, ‘que lo estaban esperando, que conocía sus movimientos’, dijo. El empresario estuvo hace ocho años en la ciudad, donde reside una hermana, para vender una casa. Estaba ligado a la masonería venezolana. De hecho, desempeñaba el cargo de gran maestro en la Gran Logia de Venezuela, un masón de grado 33, el más alto dentro de la organización.

Este es el segundo empresario ourensano muerto en Venezuela en lo que va de año. El otro fue Franciso Caldas, de Muiños, y a ellos hay que sumarle Raimundo Reinoso, quien fue secuestrado en febrero y su familia no tiene noticias suyas al perder el contacto con los secuestradores.


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