ENTREVISTA

“Hay mayores en el medio rural que están en serio riesgo de exclusión"

José Luis Sántos-Ascarza, ante la sede de Cruz Roja en Ourense (MARTIÑO PINAL)
photo_camera José Luis Sántos-Ascarza, ante la sede de Cruz Roja en Ourense (MARTIÑO PINAL)

José Luis Santos-Ascarza Bacariza, presidente de Cruz Roja Ourense

José Luis Santos-Ascarza asumió en pasado día 12 de septiembre la presidencia en funciones de Cruz Roja Ourense. Asumía la responsabilidad de una institución primordial en una sociedad vapuleada por la crisis económica. Gracias a ella, más de 3.000 familias ourensanas tratan de esquivar la pobreza, 976 personas intentan encontrar un empleo, 2.000 mayores tienen ayuda en su soledad y desvalimiento y más de 600 niños disponen de apoyo para continuar su formación escolar. Es una tarea ingente en la que están involucrados cerca de 8.000 socios, más de 4.600 voluntarios y muchas empresas y colectivos.



¿Qué metas se ha marcado como presidente de Cruz Roja?

Fundamentalmente, mantener y reforzar aún más todos aquellos proyectos que tenemos en marcha y que nacieron como consecuencia de la crisis económica. Esto es, todo lo que tiene que ver con el apoyo escolar , para procurar que las consecuencias de la crisis no afecte a los estudios de los niños; mantener y potenciar las campañas de distribución de alimentos; intensificar las ayudas económicas para afrontar situaciones de emergencia, junto a los programas que están dirigidos a las personas mayores o a los jóvenes.



¿Cuáles son los colectivos que reclaman más ayuda?

Pues fundamentalmente, las familias que entran en situación de exclusión social; personas que buscan un empleo, entre las que hay muchos inmigrantes, y las personas mayores, sobre todo las que viven en el medio rural. La gente mayor es la que lleva la mayor parte de nuestras intervenciones. Tenemos un centro de día en la ciudad, con 30 plazas y que están prácticamente ocupadas a diario y disponemos de ayuda complementaria a domicilio, para gente que vive sola a la que se visita en casa, se le hace algún recado, se la acompaña al médico.



¿Cómo afectó la crisis a la estructura de Cruz Roja?

Pues dio un vuelco a la institución y nos obligó a abordar actividades y proyectos dirigidos a atender la urgencia social del momento. La gente tiene necesidades inmediatas a las que hay que responder de inmediato y eso nos obliga a redoblar la atención y los esfuerzos.



Las personas mayores son el grupo social al que destinan más esfuerzos, ¿se atrevería a decir que todos los mayores de Ourense tienen una vida digna?

No, creo que no. Atendemos a unas dos mil personas mayores en la provincia y creo que hay muchas con las que habría que ir más allá . Son aquellas con problemas de salud graves, que sufren enfermedades crónicas y que se quedan aisladas en los pueblos, con poco apoyo familiar y pensiones bajas. Ahí veo un serio riesgo de exclusión y creo que debemos encontrar la forma de ayudarlas un poco más.



La infancia es el otro colectivo social más débil. ¿Hay aún niños en la provincia que sufren carencia graves?

Sí, sí que los hay. Hay situaciones familiares en las que la falta de recursos les impide acceder a necesidades básicas. Los pocos ingresos que tienen se les van en pagar facturas fijas, como luz, alquiler y les queda muy poco para atender otras necesidades, entre ellas las que afectan a los niños. Desde aquí tratamos que hacerles llegar todo lo que precisan lo para cubrir lo básico, tanto en alimentación como en material escolar o les facilitamos clases de apoyo si las precisan.



¿Qué espacio ocupan los jóvenes dentro de los proyectos que impulsan?

El de los jóvenes es un ámbito en el que hacemos mucho énfasis. Suelen ser personas que tienen dificultades para encontrar un empleo. Se les da una formación, se le buscan prácticas o algún contrato en una empresa colaboradora de Cruz Roja y se la intenta insertar en el mercado laboral, que al fin y al cabo es lo que evita cualquier otro tipo de carencias. En estos momentos tenemos en marcha el programa 'Aprender trabajando', que tiene un gran éxito. Está dirigido a jóvenes de en torno a 20 años, sin ningún tipo de formación y de baja cualificación. Se les da formación teórica y hacen prácticas en diversas empresas.



A pesar del enorme esfuerzo que hacen, ¿piensa que aún hay gente a la que no pueden llegar?

Las puertas de Cruz Roja siempre están abiertas para todos los que lo necesitan. Estamos en todos los lugares en los que hay riesgo y exclusión: en la calle con los indigentes, en la prisión, en los hogares con problemas, con los inmigrantes. No le salvas la vida a nadie, pero siempre se aporta algo. Quizás no se ha llegado tanto a la juventud. Quizás aún sea un colectivo al que tenemos que llegar.



¿Tiene Cruz Roja los recursos suficientes para atender todos estos proyectos?

No. Rotundamente no. Necesitamos obtener continuamente recursos para consolidar y ampliar nuestros proyectos. Tenemos las subvenciones de las administraciones, que suponen en torno a un 45% de nuestros ingresos totales; luego contamos con los ingresos por prestación de servicios, que suponen un 20% del total, un porcentaje muy semejante al que obtenemos con las aportaciones de los socios. Está también lo que conseguimos con el sorteo del oro, las donaciones. Pero nuestro objetivo es depender cada vez menos de las administraciones y más de nuestros propios ingresos y ahí juegan un papel clave los socios. Queremos convencer a la gente de que ser socio de Cruz Roja es una manera clara de ayudar a quien no necesita, aunque sea aportando solo 10 euros al año.



¿Son solidarios los ourensanos en este momento difícil?

Sí, son solidarios, y prueba de ello es que cada vez captamos más fondos, tanto a nivel individual como a través de colectivos que organizan iniciativas para entregarnos lo que recaudan. Luego hay muchas empresas que son socios, que hacen aportaciones muy importantes o que colaboran en proyectos como es la inserción laboral de gente que recurre a nosotros.



¿Tienen voluntarios suficientes para todas sus iniciativas?

Los voluntarios son la seña de identidad de Cruz Roja y cuantos más vengan, mejor. Tenemos alrededor de 4.600 registrados en la provincia, aunque los que colaboran de manera activa habitualmente son 1.200. Ellos son la piedra angular y el sostén de esta institución, pues todos los proyectos dependen de ellos, que dedican una parte de su tiempo a ayudar a los demás. Notamos que cada vez llega hasta nosotros un voluntariado más formado y su perfil es el de una mujer, con estudios y de unos 40 años de edad.



¿Qué llamamiento haría a la sociedad ourensana?

Pues que continúe siendo solidaria con la labor de Cruz Roja, que se animen a conocernos de cerca y que participen en nuestras campañas, como la del Día de la Banderita, que celebramos la próxima semana con la finalidad de captar fondos. Que aporten algo, pues su aportación puede suponer un cambio en la vida de muchas personas, que muchos niños tengan una alimentación digna o no queden fuera del sistema escolar, que muchas personas mayores puedan estar más tranquilas en su casa o que a una familia no le corten la luz. Les pido que sigan siendo solidarios y colaboren en la medida en que puedan.

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