“A partir de ahora, pasará por vuestras manos lo más preciado que tiene el ser humano: la salud y la esperanza”. Con estas palabras despidió ayer el gerente del área sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras, Félix Rubial, a la treintena de médicos que terminaron estos días su residencia en diferentes especialidades. El acto, que tuvo lugar en el centro cultural Marcos Valcárcel, pudo hacerse, por primera vez desde el inicio de la pandemia, de forma presencial, sin turnos ni aforo.
Entre los facultativos que comienzan ahora su carrera profesional, el grupo más numeroso son los especialistas en medicina familiar y comunitaria, una disciplina esencial y que ahora sufre un gran déficit de profesionales. El resto de especialidades son psiquiatría, anestesia y reanimación, medicina interna, pediatría, obstetricia y ginecología, traumatología y cirugía ortopédica, medicina intensiva, neumología, hematología y hemoterapia, oncología médica, cirugía general y del aparato digestivo, medicina preventiva, radiología y radiodiagnóstico, aparato digestivo, nefrología, farmacia hospitalaria, análisis clínicos y psicología.
Aprender en pandemia
Los nuevos especialistas afrontaron durante su aprendizaje un momento tan excepcional y complicado como la pademia. De hecho, tuvieron que formar parte de los diferentes dispositivos que se tuvieron que poner en marcha para luchar contra el covid, como la atención telefónica Escah, la atención en las residencias integradas de Os Miragres y Piñor, el envío a domicilio de medicación desde Farmacia, el teléfono de atención de pediatría y de ginecología, o el seguimiento desde atención primaria.
También participaron la directora de Procesos asistenciales, Mar Vázquez; la jefa de estudios de medicina familiar y comunitaria, Sandra Pardo; y el tutor MIR Pedro Trillo. Rubial les pidió que sean “dignos de honrar” su tarea: cuidar y curar, y que no olviden que tienen “ADN ourensano y una denominación de origen de excelencia”.
