Los ganaderos y el Concello le reclaman medidas, al no poder utilizar las zonas quemadas en verano
A finales de agosto, un incendio forestal se llevó más de 250 hectáreas de monte incluido en la Rede Natura, en el Concello de Manzaneda. Las llamas no solo dañaron la riqueza natural de la zona, también acabaron con los pastos que sirven de alimento al ganado de cuatro pueblos: Bidueira, Cernado, Palleirós y Raigada. El fuego llegó a rodear prácticamente los núcleos, que ahora tienen sus alrededores quemados. Una normativa europea prohíbe pastorear en los terrenos que ardieron durante los tres años siguientes al del siniestro, norma que deja en una difícil situación a las explotaciones ganaderas.
Una representación formada por tres ganaderos y el alcalde de Manzaneda, David Rodríguez, se entrevistó ayer con el jefe provincial de Medio Rural, Yago Borrajo. Buscaron una solución que puede venir de revisar los terrenos quemados, diferenciando los agrícolas de los forestales. En los primeros, el ganado puede pastar libremente, para los segundos, la Consellería estudiará los pasos que podría utilizar el ganado para dirigirse a los pastizales.
"En función da clasificación dos terrenos, Medio Rural tomará medidas", explicó el alcalde de Manzaneda. Dijo que son aproximadamente una veintena las explotaciones afectadas y que, en estos momentos, para acceder a los pastos, los animales deben realizar una travesía de casi cuatro kilómetros por terrenos quemados. "Os gandeiros o están pasando mal", expuso David Rodríguez.
Los productores corroboran la gravedad de su situación. Antonio Martínez posee una explotación de 200 ovejas y 50 cabras, en Bidueira. Reconoce que las intentó vender después del incendio de agosto. "Se non se atopa unha solución teño que vender. Xa o intentei. No monte non quedou nada e, se me van multar, teño que vender as reses", explicó. Recordó que, hace tres años, pasó por una situación similar. "Non deixaron pasar polo queimado e me multaron", comentó. Su recurso rebajó la cuantía de la sanción de 800 a 300 euros, la misma cantidad que tuvo que abonar Juan Antonio Domínguez, ganadero de Cernado, hace cuatro años.
