Melchor, un Rey Mago de ruta por las chatarrerías de A Ponte

Bruno y Breogán, niños pontinos, con las piezas.
photo_camera Bruno y Breogán, niños pontinos, con las piezas.
Los Magos destinaron al rey más veterano a Ourense hace unos meses: el reto era encontrar las piezas robadas a la locomotora de A Ponte. Bruno y Breogán descubrían ayer las mangas de freno y el tubo de cobre envueltos en papel de regalo

La misión que los Reyes Magos tenían prevista en Ourense era de altura. Tanto que, según fuentes consultadas por este periódico, tuvieron que destinar a uno de ellos desde Oriente a la capital de As Burgas hace ya meses. Melchor, el más mayor y experto en cometidos complejos, fue el elegido.

El objetivo era encontrar las piezas robadas en la vieja lomocotora de A Ponte: las mismas que, en un vídeo viral, dieron la vuelta al mundo y entristecieron a los pontinos. Melchor, que llegó en AVE, recibió la alerta de las asociaciones vecinales del barrio, preocupadas por el estado de abandono de la máquina. El Mago, de paisano, se puso manos a la obra.

Melchor se camufló en el barrio para averiguar donde podían estar los tubos de cobre y las mangas de freno hurtadas a la locomotora. Las pesquisas del Mago lo llevaron de ruta por los almacenes más antiguos de la ciudad y las chatarrerías. En una de ellas, por fin, apareció toda la mercancía. Con gusto, la compró para dar una alegría a los pontinos.

Melchor quería entregar los regalos a Bruno y Breogán, los niños que dejaron una carta frente a la locomotora para pedirle a Sus Majestades que aparecieran las piezas robadas. Sin embargo, un error de protocolo en la cabalgata de la ciudad, ajeno a Melchor, le impidió entregar el regalo a los más pequeños. La alegría se la llevaron Bruno y Breogán ayer: tenían las piezas envueltas frente a la máquina. Misión cumplida. Siguiente deseo: arreglar la máquina.

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