La octava edición del Festival Internacional de Teatro de Ourense arrancó ayer por todo lo alto con
la presentación de tres espectáculos diferentes pero con el denominador común de la calidad.
Un guiso se transforma en comida excelente sólo si los productos son de primera calidad y los tiempos de cocción los justos. Eso lo saben los buenos cocineros. Así lo demostró un grupo de profesionales de la cocina, un tanto excéntricos, que se dedicó a cocinar en pleno Paseo un menú del día exquisito. Humor, lágrimas, danza, música o palabras fueron algunos de los elementos introducidos en las cazuelas por los dueños del restaurante Trécola Teatro que cocinaron en su justa medida el "Exquifito", que los transeúntes supieron apreciar y valorar, descubriendo así el amplio programa de actividades que la nueva edición del Festival Internacional de Teatro de Ourense, Fito, desplegará durante las próximas semanas en la ciudad.
Mientras, en las calles del casco histórico una vecina muy peculiar y recién llegada, Candelita, se supo ganar el aprecio de sus nuevos vecinos, con su gran sonrisa y su buen humor. Si alguien aún no la conoce, el domingo por la mañana volverá a dejarse ver por el barrio para seguir relacionándose con sus nuevas amistades.
La jornada inaugural del Fito aún dio para más. La organización de esta gran fiesta teatral está claro que no ha escatimado esfuerzos y trabajo para que la oferta sea variada y para paladares muy diversos que, a buen seguro, encontrarán algún sabor destacable.
El Auditorio se estrenó con la obra "Islandia", de la compañía La Veronal, premio nacional de Danza. El frío blanco, que recuerda a los paisajes islandeses, dominó sobre la escena con unos personajes que supieron ofrecer preguntas, reflexiones y algunas respuestas, ¿o no?
Además de la representación teatral, el Festival también ha dejado un espacio para el encuentro, el debate y la reflexión. En el día de ayer, el turno fue para dos encuentros distintos en el Centro Cultural Marcos Valcárcel. Por un lado, se analizó la crítica situación actual del sector y se promovió la elaboración de una propuesta de ley gallega de las Artes Escénicas; y por otro, se debatió sobre el papel de la crítica teatral.
