Miles de coches atrapados en la A-52 y en la N-120 en A Cañiza

Miles de coches, la mayoría de ourensanos que regresaban a casa tras pasar el fin de semana en las playas de las Rías Baixas, se vieron ayer atrapados en el conocido como túnel de A Cañiña, en la autovía A-52, en la que se formaron cuatro kilómetros de retención, que se multiplicaban después de tres en la carretera N-120, hacia el que eran obligados a desviarse por el cierre del tunel de O Folgoso.
Quince kilómetros de retención, según confirmaba a La Región la Guardia Civil de Tráfico de Pontevedra, desde la que señalaban que a las 18.30 horas, se formó una retención de cuatro kilómetros en el tramo de la A-52 que se encuentra antes del túnel. Hasta allí se desplazó una patrulla de dicho cuerpo para intentar remediar la situación. Esta retención afectó también a un tramo de 11 kilómetros de la N-120, carretera por la que debían desviarse los turismos.

Según informó Santiago Regueiro, agente de la Policía Local de A Cañiza, 'notamos moitisimo o tráfico na localidade, xa que a N-120 pasa polo centro'. Por ello, cualquier persona que cruzase ayer la calzada por un paso de peatones obligaba a parar 'non a un vehículo, senón a 200', explicó. Si estas retenciones se repitieron, a otra escala, durante el resto del día, por el paso de algunas procesiones que utilizaban la carretera como itinerario, la situación se agravó a partir de las 18,30 horas.

Explicaba que estuvieron regulando la circulación en el centro de A Cañiza a partir de las siete de la tarde, por donde la circulación era muy lenta, si bien, auguró que 'a situación poderá seguir así ata pasada a medianoite'. Por ello, apeló a la resignación de los conductores, puesto que, dijo, 'a vía non pode dar cabida a máis tráfico, pouco a pouco ténse que ir restablecendo a normalidade'.

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