Los ladrones sustrajeron de nuevo bobinas de cable de cobre, planchas, vigas y maquinaria de hierro

La minicentral de Arnoia y la subestación de Castrelo acumulan dos robos desde diciembre

La subestación de Red Eléctrica España en Castrelo de Miño y la minicentral del río Arnoia, en el municipio del mismo nombre, fueron asaltadas de nuevo. De la primera, los ladrones sustrajeron una bobina de cobre y de la segunda vigas, chapas y maquinaria de hierro. Este es el segundo robo que se produce en las instalaciones en poco más de un mes. La Guardia Civil sospecha de una banda que puede estar asentada en la ciudad y se desplaza por la provincia.
Los ladrones tienen en el punto de mira la subestación de Red Eléctrica de España en el municipio de Castrelo de Miño y la minicentral de A Peneda, en el rio Arnoia, dentro del municipio con el mismo nombre.

Ambas instalaciones volvieron a ser asaltadas, la segunda vez, en caso de la minicentral, en un mes, y la subestación eléctrica, en mes y medio. De esta última, en esta ocasión sustrajeron una bobina de 100 metros de cobre, que los responsables valoraron en 500 euros. Accedieron al interior en la madrugada del jueves después de cortar una verja y forzar una puerta, causando unos daños que los responsables valoraron en 50 euros.

El botín fue mayor en la minicentral que gestiona la hidroeléctrica Giesta. Los ladrones accedieron al interior y sustrajeron chapas, vigas y herramientas de hierro, después de cortar una alambrada y destrozar una puerta, según recoge la denuncia que presentó el encargado identificado como J.M.R..

La Guardia Civil sospecha que los dos robos fueron perpetrados por las mimas personas, que podrían formar parte de una banda que se dedica a la comercialización de chatarra y venta de cobre, que en la actualidad alcanza los cuatro euros el kilo.

Los agentes realizaron una inspección ocular en ambas instalaciones pero las pruebas que hallaron fueron las de un coche en el que los autores cargaron el botín y abandonaron la zona.

La Guardia Civil intensificó la vigilancia en la zona para detener a los autores que, según fuentes del instituto armado, podrían tener el centro de operaciones en la ciudad y desplazarse por la provincia.

La red podría tener contactos fuera de la provincia, que serían los encargados de adquirir el material robado. En O Ribeiro se registró a finales del mes de diciembre otro robo de chapas de hierro en el interior de una empresa funeraria, situada en Camporredondo.


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