Mirian Cortés Diéguez (Ourense, 1964) fue la primera mujer en el mundo en convertirse en decana de una facultad eclesiástica. El pasado 13 de septiembre tomó posesión, por segunda vez, en el cargo de rectora de la Universidad Pontificia de Salamanca. Es la primera mujer en acceder al rectorado de la Universidad Pontificia de Salamanca; también es la primera rectora en 800 años de historia universitaria en la ciudad salmantina. Esta ourensana lidera una institución académica en la que es fácil encontrar paralelismos con Ourense: el dilema de la enseñanza pública-privada, la necesidad de adaptarse a la era digital o la importancia del campo en contraste con títulos que cada vez despiertan menos interés.
¿Cómo llega una ourensana a rectora de la UPSA?
Porque los gallegos somos universales, muy celosos de nuestra raíz gallega. Queremos mucho nuestra tierra, pero somos de mundo. Yo llegué a Salamanca de casualidad. Vine a hacer un doctorado y me fueron surgiendo opciones de trabajo y de vida, porque conocí a mi marido y tuve a mis cuatro hijos. Me quedé aquí, sin perder ápice de gallega y adoptada por Salamanca.
¿Dónde estudió?
Toda mi formación alma máter es en Santiago. En Salamanca hice el doctorado, pero en la Universidad de Salamanca (USAL). Al mismo tiempo, hice los estudios de Derecho Canónico en la Pontificia. Cuando acabé esta licenciatura me ofrecieron una beca de doctorado y a partir de ahí, primero doctoranda, luego profesora, decana de mi facultad y no sé ni cómo, acabé como rectora.
Es la primera mujer rectora.
Es una casualidad, pero sí es llamativo que en 800 años de historia que tiene la universidad en Salamanca nunca hubiera una mujer rectora. Creo que era hora de que se vaya viendo que también la mujer puede llegar a puestos de responsabilidad y vayamos avanzando en ese equilibrio que necesitamos en todos los ámbitos de la sociedad.
¿Qué retos se plantea en el segundo mandato?
Desarrollar un plan estratégico que presentaremos en breve a la comunidad universitaria y que sentará las bases para que esta universidad, partiendo de su tradición, despegue y aproveche las oportunidades de la era digital.
¿Cómo valora las titulaciones del sistema universitario actual? ¿Hacen falta grados más adaptados al mercado?
En España hay quizás un exceso de universidades, pero creo que hace falta centrar más esa oferta. Por un lado, hacen falta más grados interdisciplinares, porque las empresas demandan más personas formadas en más de un aspecto; faltan grados duales en los que te formas académicamente y vas viendo a la vez el mundo de la empresa y faltan grados adaptados a las necesidades reales de la nueva tecnología. Todavía estamos muy lejos de ofrecer a las empresas la cualificación que necesitan para el reto de la transformación digital. Las universidades vamos por detrás de la industria y la tecnología y tenemos que cogerlos para poder ofrecer lo que necesitan.
La Formación Profesional ya le gana alumnos a la universidad. ¿Hay que competir? ¿Los grados duales son una oportunidad?
La FP es complementaria a la universidad, las empresas demandan perfiles de los dos ámbitos pero también otras habilidades que requieren estudios superiores.
¿Qué opina de los ránquines?
Sin ser un instrumento 100% fiable y 100% transparente, dan ciertos indicadores que pueden ser útiles y nos obligan a trabajar más.
¿Qué importancia tiene la relación de una universidad con su territorio?
Para nosotros es decisiva. Somos una institución de Salamanca, colaboramos con otras instituciones (en especial con la otra universidad) y con el ayuntamiento. Salamanca es bastante universal, queremos contribuir a ello. No tenemos ánimo de lucro y hay servicios a la ciudadanía salmantina: ayuda psicológica, logopedia, orientación familiar… El voluntariado es uno de nuestros fuertes.
¿Sigue existiendo el prejuicio entre universidad privada y pública? ¿La privada es para ricos?
No. Nuestra universidad tiene precios bastante populares. El tema de pública-privada, el típico debate de toda la vida, está ahí. Pero en la práctica convivimos muy bien las ofertas públicas y privadas. Castilla y León es una de las comunidades con más universidades privadas y convivimos muy bien, procuramos complementarnos. Creo que es necesario y sano que haya las dos modalidades. Siempre que una universidad oferte algo diferencial tiene hueco en la sociedad y debe respetarse.
El Campus de Ourense quiere especializarse en el agua, territorio termal. ¿Qué le parece?
Creo que es positivo. Igual que en Castilla y León las universidades tendríamos que poner mayor esfuerzo en el campo y la ganadería, que es lo más importante, aparte del turismo. En Ourense hay una riqueza que es propia, esa agua termal. Tiene capacidad de turismo y es estupendo y ya eran horas de que la universidad se ponga las pilas y aporte una cualificación en el uso y riqueza de Ourense. Una de las obligaciones de las universidades es aportar a la riqueza de su entorno.
La importancia del campo. Títulos como Ingeniería Agraria, a pesar de la importancia del sector para la provincia, no se llenan. ¿Ve paralelismos? ¿Los jóvenes rehuyen del campo?
Sí, pero no es tanto el campo. Son todas las ingenierías, las carreras técnicas. Los jóvenes creen que están menos a su alcance, no les llaman la atención. Creo que hay que hacer las ingenierías más atractivas. Agrícola, tanto en Galicia como en Castilla y León, debería potenciarse mucho más. Creo que hay que invertir mucho más en buenos laboratorios, relación con las empresas y preparar más a los alumnos ya durante el Bachillerato para no tener miedo a esas titulaciones. Las ingenierías de toda la vida, que son tan necesarias y están de capa muy caída.
¿Reciben mucho alumnado gallego?
Sí, especialmente en Comunicación, Enfermería, Ciencias de la Salud, Ecología… Tradicionalmente, hemos recibido bastantes alumnos del norte en general. Ahora hay menos porque en Galicia hay oferta completa en muchos campus. Nos gustaría llegar más a Galicia en este nuevo plan estratégico.
