La radiografía que enseña la primera encuesta de La Región para las Autonómicas del 5 de abril deja claro que el PP continúa siendo la fuerza predominante en Galicia y que el actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, conserva un tirón entre la ciudadanía que le permite estar en disposición de conseguir una cuarta mayoría absoluta, algo sin parangón en el resto del Estado en un contexto de un electorado que cada vez opta más por la diversidad.
Con todo, pese a que los objetivos de unos y otros son los mismos, los condicionantes que rodean a los comicios gallegos han variado mucho, lo que pone sobre la mesa una serie de incógnitas que a lo largo del próximo mes se convertirán en decisivos para decantar la balanza hacia uno u otro lado.
Contrapeso en madrid
En septiembre de 2016, Núñez Feijóo llegaba a su tercera contienda electoral con el viento de cola de las Elecciones Generales de junio, en las que el PP de Mariano Rajoy aprovechó la repetición de los comicios para consolidar su posición como fuerza más votada y allanar el terreno para repetir en La Moncloa.
Ahora, después de que el pontevedrés fuese descabalgado en la moción de censura, el Gobierno central ha cambiado de manos y es una coalición entre PSOE y Podemos la que manda en España, algo que sus responsables en Galicia quieren aprovechar.
Cambio de ciclo en el PSOE
En plena campaña electoral de las Autonómicas de 2016, en el PSOE estaban más preocupados de debatir una abstención para facilitar el Gobierno de Mariano Rajoy. Prueba de ello es que una semana después de los comicios, Pedro Sánchez renunciaba como líder socialista. La crisis interna en el partido, con su peor resultado en las Generales de junio, era extensible a Galicia, donde unas primarias exprés situaron a Xoaquín Fernández Leiceada como candidato a la Xunta mientras la confección de las listas se convertía en una lucha de "familias". Tras dejar atrás eso, ahora el secretario xeral de los socialistas, Gonzalo Caballero, está consolidado.
La resaca de 2019
Nunca antes el PP había obtenido en las Generales previas a las Autonómicas un apoyo tan bajo en Galicia, lo que obligará al candidato popular a remontar 13 o 14 puntos para tener opciones de revalidar la mayoría. "Hay mucha tarea por hacer", reconocía Núñez Feijóo en una entrevista con este periódico, apuntando también que el voto de los ciudadanos se produce también en claves muy distintas.
Lucha del centroderecha
El proyecto del PPdeG ha sido capaz de concentrar el apoyo de conservadores, galleguistas, centro y derecha bajo sus siglas. Ciudadanos ha salido escaldado en sus escarceos en la Comunidad, cuando ni siquiera en 2016, cuando empezaba a coger la ola buena, logró representación en el Parlamento, algo que ahora parece pocos menos que una quimera. El fantasma más serio para los populares es ahora Vox, que en las Generales se estrelló también en Galicia. Evitar la fuga a la derecha será decisivo para el PP.
