La familia numerosa que sufrió el incendio del lunes en Allariz ya está instalada en un nuevo piso

'En ese momento no piensas en ti, sino en tus hermanos'

La vivienda, todavía precintada por la Guardia Civil, quedó totalmente calcinada. (Foto: MARCOS ATRIO)
El reparto de habitaciones y la colocación de la ropa y demás enseres personales distrajo ayer a la familia de Luisa Gómez, la matriarca de la familia numerosa que en la madrugada del lunes vio como el piso en el que vivían de alquiler en Allariz, quedó calcinado por las llamas.
Tras el miedo inicial y la preocupación ante el hecho de verse en la calle y sin un techo donde cobijarse, el matrimonio y sus siete hijos, con edades comprendidas entre los 7 y 21 años, colaboraba feliz ayer en el reparto habitual de las tareas en el nuevo piso de alquiler facilitado por el Concello, cuyo departamento de servicios sociales se hará cargo del pago de la primera mensualidad. 'Lo más importante es que estamos vivos', aseguraba Luisa Gómez, con los nervios todavía a flor de piel al recordar el incendio en el que resultaron intoxicados por humo su marido, sus dos hijos mayores y una voluntaria de Protección Civil de Allariz.

'Mi marido fue el que se dio cuenta de que hacía mucho calor en la habitación y, al levantarse, se encontró con una bocanada de humo', relataba.

Gómez Santiago recordaba cómo el primer impulso fue sacar a los pequeños, tarea en la que colaboraron los hermanos mayores. 'En esos momentos no piensas en ti, piensas en tus hermanos que están ahí y se van a morir. Los saque como pude', relataba una de las hermanas, Sara. 'Javier fue el último en salir', añadía la madre.

En pijama y descalzos, asistieron con el pánico metido en el cuerpo al trabajo de los efectivos de emergencias que, pese a su rápida y eficaz intervención, no pudieron evitar que las llamas calcinaran la vivienda y con ella, parte de sus objetos personales. 'Se quemaron los documentos, los libros del colegio y la ropa de los chicos que estaba en el comedor', relataban las hermanas, una de las cuales llegó a preguntar, tras el suceso, 'mami, ¿esto es un sueño?'.

Ya instalados en el nuevo piso, frente al hostal donde fueron alojados en la mañana del lunes, la familia se encuentra muy agradecida por la solidaridad vecinal y la atención del Concello y Cáritas, que les proporcionó ropa y alimentos .'Recibimos chamadas de veciños e tamén da Cruz Vermella de Maceda, preocupados pola situación da familia e ofrecendo axuda', señalaba Carmen Cid, responsable de los servicios sociales. 'Son unha familia numerosa, con nenos pequenos, e o que queremos agora e que pasen páxina e que volvan canto antes á normalidade'.

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