El monasterio de Melón luce una nueva cubierta tras una inversión de 197.547 euros que aportó la Consellería de Cultura.
El director xeral de Patrimonio, José Manuel Rey Pichel, visitó ayer las mejoras realizadas en el complejo artístico, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), que también afectaron al cimborrio, a un trozo del tejado anexo a la fachada del templo y al tejado de la sacristía. También fue reforzado un contraforte en una de las esquinas de la zona del claustro.
Durante la visita, Rey Pichel anunció un plan director para la rehabilitación integral y la futura utilización de todo el conjunto del monasterio. El proyecto, redactado por el arquitecto Juan Carlos Cabanelas, analiza las posibilidades de mejora de todo el cenobio, proponiendo obras a corto, medio y largo plazo, que son compatibles con su valor cultural y el uso por parte de los vecinos y de los visitantes.
A la hora de elaborar el plan director, el arquitecto recopiló toda la documentación existente sobre el conjunto artístico, elaborando un estudio 'exhaustivo' sobre el estado de conservación de cada una de las estructuras y del propio edificio. El informe sirvió para elaborar las propuestas de rehabilitación integral, en las que se deberá tener en cuenta los usos culturales y el aprovechamiento por parte de los vecinos.
Durante la visita, Rey Pichel anunció un plan director para la rehabilitación integral y la futura utilización de todo el conjunto del monasterio. El proyecto, redactado por el arquitecto Juan Carlos Cabanelas, analiza las posibilidades de mejora de todo el cenobio, proponiendo obras a corto, medio y largo plazo, que son compatibles con su valor cultural y el uso por parte de los vecinos y de los visitantes.
A la hora de elaborar el plan director, el arquitecto recopiló toda la documentación existente sobre el conjunto artístico, elaborando un estudio 'exhaustivo' sobre el estado de conservación de cada una de las estructuras y del propio edificio. El informe sirvió para elaborar las propuestas de rehabilitación integral, en las que se deberá tener en cuenta los usos culturales y el aprovechamiento por parte de los vecinos.
