El vertido que provocó la mortandad de peces en el Barbaña contenía altas cantidades de amonio y cloruro, según la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. Ambos productos químicos incluso eliminaron las sanguijuelas del río. Los técnicos del organismo de cuenca averiguan cómo llegaron los ácidos a la depuradora de San Cibrao.
El tramo del río Barbaña, entre la depuradora de San Cibrao y la desembocadura en el río Miño, afectado por el vertido que mató la totalidad de los peces, amaneció ayer con crespones negros, bajo los que se podía leer: O río está morto.
Los lazos los colocaron vecinos y viandantes a modo de protesta contra el vertido, cuya procedencia aún no se conoce.
Eso sí, la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil aseguraba que el vertido fue químico, con altos índices de amonio y cloruro, que provocó una importante contaminación por presencia de metales pesados.
Según el técnico del organismo de cuenca, Agustín Sevilla, las muestras tomadas en varios puntos del río revelan un Ph del agua muy bajo (más de cuatro puntos por debajo de lo normal), frente a una elevada acidez, lo cual afecta de forma significativa a la fauna piscícola del cauce fluvial.
La agresividad del vertido no sólo provocó una elevada mortandad de peces, también mató especies como los escalos, bermejuelas e incluso sanguijuelas.
El derrame se registró sobre las 18.50 horas de miércoles y, acto seguido, los técnicos de la Confederación Hidrográfica y una patrulla de la Guardia Civil ins peccionaban el río y concluían que el origen fue en la depuradora de San Cibrao das Viñas, en la que comprobaron que salía agua de color rojizo que se iba tornando en ocre a medida que avanzaba aguas abajo.
Aguas arriba, según Agustín Sevilla, no se percibió ninguna anomalía, con ausencia de contaminación, señaló, recordando que esto no quiere decir que la depuradora sea la responsable.
La depuradora
La depuradora está en O Piñeiral (San Cibrao). El concejal responsable de las instalaciones, José Méndez, aseguró que funciona perfectamente. A su entender, el vertido llegó de una empresa y los aparatos no fueron capaces de procesar la sustancia para su depuración. A esta instalación llegan las aguas procedentes de muchas empresas de los polígonos de San Cibrao, Pereiro y Barreiros, dijo.
Sus palabras fueron ratificadas por el técnico encargado de las instalaciones, Enrique Iglesias. En la depuradora no tenemos nada que ocultar. No vaciamos ningún tanque y la depuración está siendo perfecta, explicó.
Para Agustín Sevilla, el vertido no alcanzó el río Miño, aunque reconoce que su control es muy complicado, ya que la sustancia está muy diluida en el agua y no flota, de forma que las barreras que se emplean en casos de contaminación por hidrocarburos no son eficientes, señaló.
Expediente sancionador
La Confederación Hidrográfica abrió un expediente que finalizará con una sanción a la empresa responsable del vertido, el segundo que tramita el organismo de cuenca en el último año por contaminación en el río Barbaña. La presencia de amonio y cloruro en el agua es de 9,6 miligramos por litro. El cloruro hay que analizarlo por separado para determinar la composición y cantidad de metales pesados, que nos per mitirán determinar el origen del derrame, afirmaron fuentes de la Confederación Hidrográfica.
El Concello tiene previsto personarse en el expediente como afectado. Vamos llegar hasta el final, no vamos a permitir más tomaduras de pelo en el río Barbaña. Incluso estamos dispuestos a dirimir responsabilidades en la vía penal, aseguró el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa.
El grupo del BNG en el Par lamento de Galicia tiene previsto plantear una pregunta al Gobierno de Alberto Núñez Feijóo para conocer las causas que motivaron el desastre ecológico y si obedece a un fallo de la depuradora de San Cibrao. Mientras, la federación de asociaciones de vecinos Limiar exige a la Policía Autonómica y la Guardia Civil del Seprona la apertura de una investigación para depurar responsabilidades.
Los lazos los colocaron vecinos y viandantes a modo de protesta contra el vertido, cuya procedencia aún no se conoce.
Eso sí, la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil aseguraba que el vertido fue químico, con altos índices de amonio y cloruro, que provocó una importante contaminación por presencia de metales pesados.
Según el técnico del organismo de cuenca, Agustín Sevilla, las muestras tomadas en varios puntos del río revelan un Ph del agua muy bajo (más de cuatro puntos por debajo de lo normal), frente a una elevada acidez, lo cual afecta de forma significativa a la fauna piscícola del cauce fluvial.
La agresividad del vertido no sólo provocó una elevada mortandad de peces, también mató especies como los escalos, bermejuelas e incluso sanguijuelas.
El derrame se registró sobre las 18.50 horas de miércoles y, acto seguido, los técnicos de la Confederación Hidrográfica y una patrulla de la Guardia Civil ins peccionaban el río y concluían que el origen fue en la depuradora de San Cibrao das Viñas, en la que comprobaron que salía agua de color rojizo que se iba tornando en ocre a medida que avanzaba aguas abajo.
Aguas arriba, según Agustín Sevilla, no se percibió ninguna anomalía, con ausencia de contaminación, señaló, recordando que esto no quiere decir que la depuradora sea la responsable.
La depuradora
La depuradora está en O Piñeiral (San Cibrao). El concejal responsable de las instalaciones, José Méndez, aseguró que funciona perfectamente. A su entender, el vertido llegó de una empresa y los aparatos no fueron capaces de procesar la sustancia para su depuración. A esta instalación llegan las aguas procedentes de muchas empresas de los polígonos de San Cibrao, Pereiro y Barreiros, dijo.
Sus palabras fueron ratificadas por el técnico encargado de las instalaciones, Enrique Iglesias. En la depuradora no tenemos nada que ocultar. No vaciamos ningún tanque y la depuración está siendo perfecta, explicó.
Para Agustín Sevilla, el vertido no alcanzó el río Miño, aunque reconoce que su control es muy complicado, ya que la sustancia está muy diluida en el agua y no flota, de forma que las barreras que se emplean en casos de contaminación por hidrocarburos no son eficientes, señaló.
Expediente sancionador
La Confederación Hidrográfica abrió un expediente que finalizará con una sanción a la empresa responsable del vertido, el segundo que tramita el organismo de cuenca en el último año por contaminación en el río Barbaña. La presencia de amonio y cloruro en el agua es de 9,6 miligramos por litro. El cloruro hay que analizarlo por separado para determinar la composición y cantidad de metales pesados, que nos per mitirán determinar el origen del derrame, afirmaron fuentes de la Confederación Hidrográfica.
El Concello tiene previsto personarse en el expediente como afectado. Vamos llegar hasta el final, no vamos a permitir más tomaduras de pelo en el río Barbaña. Incluso estamos dispuestos a dirimir responsabilidades en la vía penal, aseguró el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa.
El grupo del BNG en el Par lamento de Galicia tiene previsto plantear una pregunta al Gobierno de Alberto Núñez Feijóo para conocer las causas que motivaron el desastre ecológico y si obedece a un fallo de la depuradora de San Cibrao. Mientras, la federación de asociaciones de vecinos Limiar exige a la Policía Autonómica y la Guardia Civil del Seprona la apertura de una investigación para depurar responsabilidades.