La Ribeira Sacra afronta este año retos en los ámbitos de la movilidad y la sostenibilidad del modelo turístico. Así lo apunta Alexandra Seara, gerente del Consorcio de Turismo Ribeira Sacra. “El volumen de personas cada vez es mayor y nuestra prioridad es esa”, comenta en relación al transporte, para “descarbonizar en la medida de lo posible” y “descargar de vehículos” los puntos más concurridos. “Conlleva un beneficio para todos”, observa Seara, tanto en “seguridad vial” y “comodidad”. Según afirma, los servicios de lanzadera dispuestos en las pruebas piloto tuvieron un uso significativo, pero “todavía se accede con vehículo propio”.
Asimismo, Seara añade que otro objetivo es continuar por la senda del crecimiento sostenible. “Hasta el momento se ha conseguido”, dice, pero “es un territorio muy suculento para los inversores”, por lo que temen la creación de grandes establecimientos “que desvirtúen el alojamiento y restaurante rural, de carácter pequeñito, familiar; ese perfil con experiencias muy a la medida del visitante. Ahí queremos seguir”. La gerente del CTRS apostilla que ese tipo de negocio masivo impacta en “aquello en que creemos y nuestra estrategia”, y señala que el modelo actual permite que se abran “muchos negocios” cada año.
