Las restricciones impuestas por la Xunta de Galicia surten efecto en cuanto a reducir la movilidad, especialmente los fines de semana. Así lo refleja el estudio big data realizado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana mediante el rastreo de móviles. Las fuertes restricciones, que tiene confinados perimetralmente todos los concellos gallegos, están detrás de esta drástica reducción de viajes de los ourensanos.
El pasado sábado y domingo la movilidad de los ourensanos se redujo ostensiblemente y regresó a niveles del fin de semana del 9 y 10 de mayo. Desde aquellos dos días nunca se había producido tan poco trasiego de personas.
Este seguimiento de los movimientos de los ciudadanos es empleado por las autoridades para revisar el grado de funcionamiento de las medidas implantadas. A la vista de este marcador, los ourensanos cumplen con creces. El pasado sábado se produjeron apenas un 40% de los desplazamientos que se hacían cuando no había restricciones de movilidad, mientras que el domingo la cifra de desplazamientos cayó algo más, al 37% .
Especialmente bajos fueron los movimientos interprovinciales, tanto de entrada como salida de la provincia, que estuvieron un 74 y un 77% por debajo de los que se hacía antes de que existiesen los confinamientos perimetrales.
Como aspecto más relevante de la reducción de los desplazamientos, destaca el número de personas que durante el fin de semana no llegó a moverse más allá de 500 metros del entorno de su casa. Más de la mitad de los ourensanos no se movieron de su casa en el fin de semana (un 54% del total). Según los datos del rastreo de móviles del ministerio, 168629 de los 313.000 ourensanos rastreados no se movió del entorno de su vivienda la jornada dominical.
Este rastreo permite, además, delimitar los movimientos a nivel municipal, al menos en los concellos más poblados. Los vecinos de la ciudad fueron los que más se desplazaron de su entorno más cercano el fin de semana, ya que el solo el 41% se quedó en casa. Mientras, los que menos se movieron fueron los de Ribadavia, ya que un 65% optó por no moverse de su entorno.
251 sanciones
El Centro de Coordinación provincial informó de que la Guardia Civil y la Policía Nacional realizaron 663 dispositivos de control en la provincia en la primera semana de máximas restricciones, identificando a 11.580 personas, controlando 8.642 vehículos y con 251 propuestas de sanción, un 2,1% del total. Además, se acordó establecer un refuerzo en A Limia, Verín y Ourense en los días de Entroido.
El PP y los alcaldes lusos exigen la apertura de más pasos fronterizos
Continúa el clamor por la reapertura de más fronteras entre Portugal y Galicia, tanto desde el lado luso como desde el lado español, para permitir la movilidad laborar transfronteriza. Los diputados del PP por Ourense, Celso Delgado y Ana Vázquez, reclamaron ayer la apertura de más pasos, al igual que exigieron los alcaldes de Ponte da Barca, limítrofe con la Baixa Limia, y Melgaço, limítrofe con Padrenda. Los diputados del PP creen que la actual situación no resuelve el problema sanitario y que constituye una pérdida importante para la economía de ambas zonas. Criticaron que Ourense solo tenga abierto –con controles–el paso de Feces de Abaixo (Verín), pese a ser "o territorio español con máis kilómetros fronteirizos", un total de 219. Actualmente, solo están abiertos 24 horas el paso de Feces, además del de Valença-Tui y el de Monçao, que abre dos horas. Celso Delgado y Ana Vázquez pidieron la comparecencia "urxente" del director general de la Policía para resolver un problema que genera un "impacto económico moi negativo", con "perdas elevadas" para comerciantes e industrias, así como por la "precariedade" de los agentes que custodian estas zonas.
Del lado portugués, a las críticas del alcalde de Montalegre, , se han sumado los de Melgaço y Ponte da Barca. Augusto Marinho, de esta última localidad, participó en un acto reivindicativo ayer en Valença y señaló que esta medida "perjudica gravemente a los trabajadores transfronterizos y penaliza el transporte de mercancías", llamando al Gobierno luso a "revertir" la situación "rápidamente". El regidor de Melgaço, Manoel Batista, por su parte, dijo que no colaborarán en la "logística" para cerrar la frontera.
