Atrás quedaron las aglomeraciones en el primer día de rebajas, atrás esa imagen de gente haciendo cola con varias horas de antelación a la apertura de los grandes centros comerciales. Ahora predomina la calma.
Las rebajas están en marcha. Arrancaron ayer coincidiendo con la primera Operación Salida de tráfico del verano. Unos van de compras y otros van de viaje. El centro comercial Ponte Vella registró más trasiego del habitual, dicen los comerciantes, aunque algunos lamentan que muchos dedican el tiempo más a pasear que a comprar. Nunca a gusto de todos.
Miriam Bóveda es la dueña de Marco Valenti. "Las expectativas son buenas. La campaña de primavera ha sido un poco floja, asi que esperemos que remonte. La gente invierte ahora más el dinero en viajar... En fin, a veces no hay dinero para todo".
Unos pasos más allá está Dantone. "La cosa ha empezado algo floja. Las intenciones siempre son buenas, ahora depende un poco también de la gente", detalla Marcos Peiteado, dependiente.
Las campañas de rebajas actuales no son las de antaño, cuando una riada esperaba ansiosa con horas de antelación la apertura de los grandes almances. Eran otros tiempos. Ahora, la tranquilidad es la nota dominante.
Puri Urdiquien es la encargada de Huella y Calzado. "Ahora son rebajas casi todo el año... Sí se nota más movimiento". La tienda ofrece descuentos de hasta el 50%.
Colocando unos rejojes de un tamaño descomunal encontramos a Ana Barbosa, dependienta de Joya&Diseño. "No es lo mismo rebajar un reloj que una camiseta, estamos con buen ánimo".
"La gente se lo piensa dos veces antes de comprar, comen, se echan la siesta, pasean y después... que compren, ¿no?", remarca Mónica Pérez, encargada de Niko.
"Sí se nota que han empezado las rebajas, la intención es vender mucho, todo lo que se pueda", asegura Elena Rodríguez, encargada de Caja Pandora.
Daniel España, venezolano, es el dueño de la cafetería Bianca. "Nosotros no podemos ofrecer descuentos, pero sí amabilidad a todo aquel que venga. Sí he notado algo más de gente gracias a las rebajas. Que siga, que ganamos todos".
La excepción
Mohamed Kaderov atiende en Aunia. "Yo no hago rebajas porque a mí la mercancía me cuesta siempre lo mismo. Mis rebajas son el boca a boca, siempre se puede llegar a un acuerdo y descontar del precio dos o tres euros".
