La muerte en esta crisis: sin besos, flores ni conservación

 La dificultad de conseguir Equipos de Protección Individual (EPIs) para los trabajadores de muchas funerarias  y la imposibilidad de obtener materiales como las bolsas estancas especiales para fallecidos con coronavirus ha llevado a la Xunta de Galicia ha dictar una nueva resolución, publicada ayer en el Diario Oficial de Galicia. Por un lado, se flexibiliza el acondicionamiento de los cadáveres, permitiendo usar el sudario de plástico en caso de carecer de la bolsa sanitaria, aunque habrá que usar dos, en vez de usar siempre el específico para COVID-19 como hasta ahora, ya que algunas funerarias no tienen. Por otro, se prohíben las actividades de tanatopraxia, como el embalsamamiento y conservación temporal del cadáver, por lo que se dará sepultura al cuerpo directamente desde la cámara frigorífica, sin arreglo estético y de conservación, para evitar posibles contagios. Es decir, la única técnica de conservación permitida será el frío. Para ello, se permite ya enterrar a todos los fallecidos, tenga el virus diagnosticado o no, antes de 24 horas 

Los velatorios quedarán totalmente limitados, impidiendo la entrada de personas con síntomas respiratorios "de calquera clase",  un máximo de ocho personas por sala, lavado de manos obligatorio y la prohibición de abrazos, besos o  cualquier contacto físico con familiares. Por último, se aplazan los funerales y misas y se pone un máximo de 20 personas por entierro, contando sacerdote y funerarios.

En cuanto a la prohibición de la tanatopraxia, Lino Sanz, de Tanatorio Orensano, sostiene que "cando hai traslados, por exemplo un cadáver desde Barcelona, é obrigatoria a conservación", por lo que sería una limitación solo dentro de Galicia. 

Comprende que hay que extremar las precauciones, "xa que pode haber persoas con coronavirus sen detectar". En su empresa, se hicieron con sudarios especiales para personas con coronavirus, fueron precavidos, pero hay empresas funerarias que tienen ahora dificulta para conseguirlas, "polo que teñen que ir cambiando as leis e adaptándoas ás necesidades que hai".

El problema acabará llegando si hay un pico, porque los proveedores fueron intervenidos de EPIs, gel, alcohol. "O que teño claro é que mentres teña EPIs vou atender os  falecidos de coronavirus e a todo o mundo; no momento en que non teña, non o vou facer, non vou expoñer os traballadores", dice Sanz.

Las nuevas medidas le parecen a Manuel Mosquera, de Funeraria Mosquera, positivas. "Estaban exigiendo un sudario especial, que costaba ciento y pico euros y no hay, y ahora vale con poner dos sudarios de plástico, que cuestan 25", explica. 

Entierros exprés

En cuanto a la suspensión de la tanatopraxia, Mosquera dice que implicará que "no se van a preparar los cadáveres, según fallecen, se embolsan y se cierran. Ni se visten, ni se acondicionan, por lo que no se hará taponamiento en la boca para que no eche líquido para fuera al empezar la descomposición. Ahora irán precintados. Los velatorios están casi vacíos y todo es más rápido. "Acabamos de dejar un cuerpo en el velatorio con frío. Mañana se entierra, van solo los familiares", añade Mosquera. Estos días, además, la facturación también baja en el sector: "No hay flores, no hay coche de línea y el féretro es el más económico, como no va nadie a la sala...".