El fallecimiento de una mujer de 77 años deja sin efecto tres sentencias condenatorias y dos vistas más
La edad de algunos acusados unido muchas veces a la demora en la instrucción de los casos y posterior juicio los exonera de la pena de prisión a la que han sido condenado o mismamente del proceso penal en el que están incursos.
Los dos juzgados de lo Penal de Ourense acaban de archivar cuatro juicios que ya estaban señalados para el último trimestre de este año. Dos de los procesos tenían a Felisa F.L., de 77 años, como protagonista, acusada de un quebrantamiento por incumplir un alejamiento con respecto a sus vecinos de Coles, un asunto que está en el Juzgado de lo Penal 2, así como otro caso de lesiones en el que está inculpado también su marido, Manuel M.E. (81 años), quien sí deberá responder por este delito en el Penal 2.
La muerte de la inculpada también deja sin efecto la ejecución de tres sentencias. La última la dictada por la jueza del Penal 2 el pasado mes de abril que la condenaba, junto a esposo, a seis meses de prisión por agredir a una joven vecina -la víctima después pereció en un accidente de tráfico durante la tramitación del proceso penal- el el 24 de febrero de 2011 cuando se hallaban en el exterior de su casa, en Santa Mariña de Coles.
Todos los asuntos que la condenada tenía pendientes con la justicia (el Penal 1 ya tenía programado su ingreso en prisión) tiene el mismo punto de partida: el acoso, con palizas incluidas, al que sometía a sus únicos vecinos.
Otro juicio, el fijado para el ocho del octubre de este año, por homicidio imprudente, tampoco se celebrará por el fallecimiento del inculpado mientras se tramitaba el procedimiento penal. El Juzgado de lo Penal 2 acaba de archivar la causa en la que estaba imputado Gregorio P.R. , quien tenía 84 años cuando ocurrió el accidente mortal en el que atropelló de 65 que aguardaba que la luz del semáforo se pusiera en verde.
El siniestro tuvo lugar en la intersección entre Progreso y la calle Coruña el 1 de diciembre de 2010. Según la acusación pública, perdió el control del coche porque circulaba a un velocidad superior a la permitida e inadecuada, omitiendo las precauciones necesarias para llevar a cabo un cambio de dirección teniendo en cuenta que la calzaba estaba húmeda. No obstante, la defensa siempre en este caso alegó que el inculpado había sufrido un pérdida del conocimiento antes del accidente.
En este caso, la familia de la víctima renunció a personarse en el proceso porque la compañía en la que estaba asegurado el vehículo del encausado -Catalana Accidente- ya había indemnizado a la viuda y a sus cinco hijos.
Por contra, Felisa F.L. y su esposo dejaron sin satisfacer sus responsabilidades civiles a la familia a la que agredieron en varias ocasiones ya que se declararon insolventes.
